SE CONTAGIÓ DURANTE SUS VACACIONES EN PORTUGAL

Una joven se queda paralítica tras acoger en su casa a un gato callejero infectado con una bacteria

Los médicos diagnosticaron a la joven el síndrome de Guillain-Barré (SGB), una enfermedad del sistema nervioso en la cual el propio sistema inmunitario de una persona daña las neuronas y puede llegar a causar la parálisis.

Una joven de 24 años que acogió en su casa a una gato callejera se quedó paralítica durante un año tras contagiarse con una bacteria del animal que le provocó entumecimiento en las piernas. Gemma Birch, de Inglaterra, estaba de vacaciones en Portugal, en julio de 2014, cuando se hizo amiga de un gato negro callejero al que llamó 'Catarina'.

La joven de 24 años dejó al gato entrar en el apartamento donde se alojaba y le dio de comer leche. En el último día de las vacaciones, Gemma comenzó a vomitar y se desmayó durante el vuelo a casa.

"El último día de las vacaciones estuve muy enferma. Estuve vomitando toda la noche, luego en el avión me sentía débil y no podía contener nada. Cuando llegamos al control de pasaportes en Inglaterra, mi estómago se hinchó", relata en una entrevista al Daily Mail.

Tan pronto como aterrizó, se dirigió al hospital Southport. Allí le realizaron pruebas y los médicos hallaron la bacteria 'Campylobacter', que se encuentra en aves crudas. Esto desconcertó a Gemma ya que durante el último año sólo comía pescado.

Los médicos le preguntaron si había entrado en contacto con algún animal. Pasó una semana en el hospital hasta que los médicos concluyeron que el gato había hurgado en los contenedores de un hotel y transmitió la bacteria.

Aunque fue dada de alta del hospital, un noche Gemma se cayó de la cama en su casa y se despertó incapaz de sentir sus piernas. Su padre la llevó de vuelta al hospital inmediatamente, donde le diagnosticaron el síndrome de Guillain-Barré (SGB), una enfermedad del sistema nervioso en la cual el propio sistema inmunitario de una persona daña las neuronas y puede llegar a causar la parálisis.

En pocas horas, Gemma quedó paralizada desde las caderas hacia abajo y pasó tres semanas en el hospital antes de pasar ocho meses en rehabilitación, aprendiendo a caminar y ser independiente nuevamente.

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