EN NEVADA, ESTADOS UNIDOS
Katherine Stone es una joven 20 años de Nevada que ha firmado un contrato de trabajo con un burdel, aunque no para mantener relaciones sexuales normalmente sino para ofrecer algo que las demás mujeres no tienen: su virginidad. Esto ha generado un gran debate en Estados Unidos.
La motivación de esta mujer, que quiere convertirse en abogada, es ayudar a su familia, cuya casa quedó arrasada por las llamas en 2014 y, al no tener seguro, se vieron obligados a permanecer en la propiedad quemada, según informa CNN.
"Lo estoy haciendo porque amo a mi familia"
Mientras que la prostitución se practica en Estados Unidos, Nevada es el único estado en el que se trata de una actividad legal. Cualquier condado con una población inferior a 700.000 personas puede alojar un burdel y, a partir de 2015, había 19 prostíbulos que operan en el estado.
El magnate Dennis Hof posee siete de estos establecimientos y explica que recibe dos o tres solicitudes como la de Stone a la semana, por lo que llegó al acuerdo de que ella ofrecería sólo un servicio a cambio de quedarse con el 50% del beneficio de la oferta final.
La joven se defiende de los que la critican de no hacer este acto por amor: "Lo estoy haciendo porque amo a mi familia". No obstante, confiesa que los artículos que lee sobre ella le hacen "llorar" a pesar de estar esperando todavía a una oferta de alguien con el que tenga conexión. Mientras, ofrece otro tipo de servicios en el burdel, como masajes.
Hof también ha sido criticado por aquellos que defienden que explota a las mujeres que lo necesitan, teniendo actualmente a 500 en plantilla. Él explica que "es elección" de ellas.