Accidente
James recibió un puñetazo una noche de fiesta y debido al golpe los médicos le diagnosticaron muerte cerebral. Cuando sus padres decidieron desconectarlo de su soporte vital se obró el milagro.
Dicen que "lo único imposible es lo imposible" y la historia de James Howard Jones echa por tierra las barreras de la ciencia para dar paso a la esperanza. Este joven tiene 28 años y aunque sigue recuperándose de las graves secuelas que le ha dejado una discapacidad permanente hacer pronósticos rotundos sobre su caso no deja de ser un atrevimiento.
El pasado 24 de abril James salió de fiesta, pero lo que en principio era una noche de diversión acabó convirtiéndose en una pesadilla tras la cual su vida ha dado un giro de 180 grados. Ben Davies, otro joven de 24 años, de Cheltenham, le pegó un puñetazo en la calle, James cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza, sufriendo una lesión que le cambió la vida y casi lo mata.
Los médicos fueron rotundos: "Nos dijeron que tenía muerte cerebral y que lo más amable que podíamos hacer era dejarlo morir" recuerda a Daily Mail el padre James. El joven pasó más de un año conectado a una máquina para mantenerlo vivo y fue sometido a diferentes intervenciones de urgencia, pero ante la falta de mejoría y las nulas expectativas sus padres decidieron poner fin a la agonía.
Mientras realizaban los preparativos para la donación de órganos James retrasaron la fecha una semana para que sus amigos y familiares pudieran despedirse y fue entonces cuando "increíblemente" James abrió los ojos. Aunque en un primer momento solo establecía contacto visual sin poder moverse o hablar "poco a poco" su estado mejora y ahora está realizando rehabilitación.
El padre reconoció en el juzgado que "no nos hacemos ilusiones ya que el daño cerebral de James es a largo plazo y requerirá un nivel de cuidado por el resto de su vida "para luego añadir: "En general, el futuro de mi hijo se ve bastante sombrío".
Hay una campaña abierta en la web 'gofundme' para realizar donaciones que sirvan para ayudar a la recuperación de James.
El juez reprochó a Ben Davies: "Ha destruido la vida y las esperanzas del señor Howard-Jones, un joven en la flor de la vida con todo por lo que vivir", para después añadir: "Al mismo tiempo, rompiste los corazones de su familia y amigos. El daño que has causado es devastador y de por vida para todos los afectados por tu acto delictivo".
Ben Davis fue condenado a 2 años y 4 meses de cárcel.