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Una joven es diagnosticada con "pereza de adolescente" y acaba con un cáncer de tiroides

La joven empezó el año pasado a sentirse agotada, tanto que decidió acudir al médico. El pasado mes de enero fue diagnosticada con un cáncer de tiroides.

Pasillo de hospitalGetty Images

Courtney Nettleton, una joven de 21 años, comenzó a sentirse demasiado agotada, tanto que el cansancio le llevaba a dormir hasta 14 horas diarias. Tras varias pruebas, un equipo de médicos le diagnosticó "pereza de adolescente".

Nettleton aseguró al medio local 'Need To Know' que, a pesar de los síntomas, continuaba con su vida normal, saliendo con amigos y yendo a trabajar. Pero sentía que las cosas no estaban del todo bien. Al descubrirle un gran bulto en el cuello, sus familiares se preocuparon, por lo que decidieron volver al hospital.

El pasado mes de enero fue diagnosticada con un cáncer de tiroides. El tumor crecía velozmente, por lo que comenzó un tratamiento para tratar de acabar con él. A pesar de haber sido sometida a varias cirugías, sigue lidiando con la enfermedad. "Es muy importante confiar en tu instinto y seguir tu instinto. Tienes que defenderte cuando sabes que algo no está bien", dijo Nettleton.

En su entrevista ha añadido que aunque se siente muy decepcionada por los médicos, su doctor "y el hospital St. James, en Leeds, han sido absolutamente increíbles".

Detecta el párkinson a su marido con solo olerle

El sentido del olfato en los perros ha ayudado en muchas ocasiones ha descubrir enfermedades en algunas personas. Sin embargo, una enfermera jubilada de Escocia, Reino Unido, ha demostrado que su capacidad de oler se acerca a la de los canes.

Joy Milne, de 72 años, detectó el párkinson en su marido, doce años antes de que se lo confirmasen los médicos, al olerle el cuello. "Tenía un olor a humedad bastante desagradable, especialmente alrededor de los hombros y la parte posterior del cuello", explicó Milne a la BBC.

En su momento, la jubilada enfermera no sabía exactamente cuál era la causa del olor de su marido, pero cuando los médicos confirmaron que padecía párkinson comenzó a atar cabos.

Su gran hazaña para la detección de la enfermedad le ha llevado a integrarse en grupos de apoyo para pacientes con párkinson, donde ha detectado el mismo olor. Asimismo, su experiencia ha servido para que un grupo de investigadores de la Universidad de Mánchester desarrollen un método para detectar esta enfermedad cuando se encuentra en fases tempranas.

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