EEUU | AHORA SE ENCUENTRA BIEN
Michael DiZoglio tenía 27 años cuando descubrió que padecía cáncer de testículos gracias a su perro Mickey. Su mascota saltó sobre él y al no sentir nada decidió acudir al médico. Después de varias pruebas, los médicos descubrieron que tenía un cáncer testicular y fue sometido a una operación para extirparle el tumor canceroso.
Sin embargo, cuando los cirujanos abrieron a Michael vieron que el cáncer se había extendido a los pulmones, por lo que tuvo que recibir quimioterapia.
Pese a que el camino hacia la recuperación ha sido lento y agotador, según recoge la CBS Denver, si no llega a ser por su perro, el cáncer habría acabado con su vida, ya que lo detectaron lo suficientemente temprano como para poder vencerlo.