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Un joven acude al médico pensando que tiene coronavirus y le diagnostican cáncer de pulmón

El joven canadiense confundió los síntomas del cáncer de pulmón con los del coronavirus.

Consulta médicoPexels

En Canadá, un joven de 30 años confundió varios síntomas que sufría con una infección de coronavirus. La sorpresa llegó cuando fue al médico a confirmar su enfermedad y los médicos le diagnosticaron que padecía cáncer de pulmón.

El joven, llamado Jordan Turko, comenzó con voz ronca y dolor en la espalda. Al parecer el dolor cada vez iba a más, específicamente en la zona lumbar.

Debido a los síntomas que estaba teniendo, el joven creyó que podría tratarse de coronavirus y que los síntomas se irían tarde o temprano, pero al no darse el caso decidió ir al médico donde le diagnosticaron cáncer de pulmón en etapa cuatro.

El dolor lumbar era debido a que además del tumor alrededor de su arteria pulmonar, le estaban creciendo varios tumores a lo largo de su columna vertebral.

Síntomas del cáncer que podrían pasar desapercibidos

En ocasiones, el cuerpo manda señales de que algo no va bien, pero muchas veces pasamos por alto estos síntomas y no les damos la importancia que merecen. Por ejemplo, una ronquera persistente, pérdida de peso, malas digestiones, cansancio y agotamiento diario...

La detección temprana en el cáncer es fundamental, ya que podemos coger la enfermedad en un estadio muy temprano, con la consecuente probabilidad de curación. Algunos de los síntomas que no debemos pasar por alto son:

  • Cansancio o agotamiento extremo que no mejora con el descanso.
  • Pérdida o subida de peso sin razón aparente.
  • Pérdida de apetito.
  • Dolor abdominal, náuseas y vómitos.
  • Inflamación o protuberancias en cualquier parte del cuerpo.
  • Endurecimiento en cualquier parte del cuerpo.
  • Dolor repentino que no desaparece.
  • Cambios de la piel: lunares nuevos, texturas escamosas, ulceración que no se cura con facilidad, coloración diferente, etc.
  • Tos o irritación de la garganta que no desaparece.
  • Sangrado inusual o amoratamiento sin razón aparente.
  • Cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento o diarrea frecuente. O algún cambio en el aspecto de las heces.
  • Fiebre o noches con sudoraciones.
  • Dolores continuados de cabeza.
  • Problemas de audición o visión.
  • Cambios en la boca, como úlceras o llagas, sangrado, dolor y entumecimiento.

Tener alguno de estos síntomas no es significado de que se padezca cáncer, pero no debería de ignorarse. Habría que ir al médico y buscar ayuda, de esta forma evitaríamos que el problema pueda ir a más, ya sea cáncer u otra enfermedad.

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