Biden Irlanda del Norte
Veinticinco años después del Acuerdo de Paz de Viernes Santo que llevó la paz a Irlanda del Norte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llega a la tierra de sus ancestros con la finalidad de mediar en ese territorio.
Cuando Joe Biden juró su cargo como presidente, el 20 de enero de 2021, recordó sus raíces irlandesas en su discurso. Aún no había viajado allí. Hoy, a sus 80 años, lo hace por primera vez. Es un viaje de cuatro días para conmemorar el 25 aniversario de los Acuerdos de Paz de Viernes Santo, que sellaron la paz tras treinta años de conflicto armado entre republicanos nacionalistas católicos irlandeses y unionistas protestantes.
Desde allí, el presidente estadounidense ha pedido restaurar "cuanto antes" el Parlamento norirlandés y evitar a toda costa un aumento de la violencia: "No debemos olvidar que la paz no es inevitable", expresaba durante su intervención en la Universidad de Ulster.
"Se trata de 25 años extraordinarios que deben ser celebrados mediante el reconocimiento y la reparación, haciendo que la paz sea un derecho que se adquiere al nacer en Irlanda del Norte", ha manifestado, según recoge 'Europa Press'.
También ha destacado que la paz en Irlanda del Norte "modificó el centro gravitatorio político de nuestro mundo" y asegura que el 'The Troubles', fue el "conflicto más largo en Europea desde el final de la Segunda Guerra Mundial".
Intentará mediar en el conflicto
El presidente se reúne en Belfast con el primer ministro británico, Rishi Sunak, que ya lo recibió por la noche a pie de pista cuando el presidente aterrizó, y con su ministro para la región, Chris Heaton-Harris. Biden también verá a los representantes de los principales partidos norirlandeses, los dos republicanos, los dos unionistas y el Partido de la Alianza, que no se identifica con ninguna de las otras dos comunidades, y es el que se ha hecho más grande en los últimos años.
Biden intentará mediar para desbloquear la tensión provocada por la negativa de los unionistas del DUP (Partido Unionista del Ulster) a formar gobierno compartido con los republicanos. No se ha logrado un pacto para gobernar el territorio desde que los unionistas conservadores se retiraron del Ejecutivo en febrero de 2022 para protestar contra el Protocolo de Irlanda tras el Brexit, que en la práctica deja este territorio dentro del Mercado Único de la UE para evitar una frontera física dura entre Irlanda del Norte e Irlanda que podría desencadenar la violencia. Desde mayo de ese año, cuando se celebraron elecciones, han boicoteado la formación del nuevo gobierno y la constitución del Parlamento.
Sunak renegoció el acuerdo del Brexit con la Unión Europea. Bruselas aceptó que Irlanda del Norte quedara dentro de los mercados únicos europeo y británico de tal forma que permitía eliminar la frontera interior creada por Boris Johnson y el protocolo del Brexit, que aislaba a Irlanda del Norte en la isla de Irlanda.
El papel de Biden es más bien simbólico, nada que ver con el de su antecesor en el cargo, Bill Clinton, hace 25 años. La situación entonces era mucho más dramática. Aunque ahora el presidente estadounidense no lo tendrá fácil por el DUP, el único partido que se negó a firmar entonces los acuerdos de paz de 1998.
Un gran dispositivo de seguridad
Un férreo dispositivo de seguridad se ha desplegado ante el temor a que grupos disidentes del IRA hayan planeado un ataque. El lunes se lanzó un cóctel molotov contra un vehículo policial durante una manifestación ilegal de homenaje a los republicanos caídos en el fallido Alzamientos de 1916 contra el gobierno británico. Hace 15 días los servicios secretos británicos elevaron la amenaza terrorista en la región del nivel 3 al 4 (hay un total de 5) tras el tiroteo de un agente de policía.
En la tierra de sus ancestros
Después de un discurso en la Universidad de Belfast, el miércoles por la tarde Biden se trasladará a Dublín, la capital irlandesa, para reunirse con el presidente y el primer ministro irlandés. Este viaje tiene también motivaciones personales. La intención de Biden es conocer a sus parientes irlandeses y profundizar en sus raíces. El jueves, Biden se deplazará a la localidad de Ballina, en el oeste de la isla, donde nacieron sus antepasados, y de donde partió su tatarabuelo, Patrick Blewitt, hacia los Estados Unidos de América. Él fue uno del millón y medio de irlandeses que emigraron de Irlanda a Pensilvania en medio de la Gran Hambruna provocada por el destrozo de la cosecha de patata a mediados del siglo XIX. Más de un millón de personas murieron por inanición y enfermedades.
Para recaudar dinero y poder comprar los billetes de barco para él y su familia, el tatarabuelo de Biden vendió 25.000 ladrillos que sirvieron para la construcción de la catedral de St Muredach, en Ballina, donde su tataranieto pronunciará unas palabras.