China
La nueva cúpula del Partido Comunista chino no cuenta con mujeres por primera vez en 20 años. Xi Jinping logra un tercer mandato como secretario general con control absoluto.
Xi Jinping afianza su poder. La expulsión del expresidente de China, Hu Jintao, del Congreso del Partido Comunista ha provocado una imagen cargada de simbolismo sobre el principio de una nueva era en el país.
El presidente chino refuerza su poder rodeándose de hombres de su máxima confianza. No ha designado a un sucesor y ha superado el límite de dos lustros como secretario de la formación.
Ningún dirigente chino había concentrado tanto poder desde Mao Zedong. Xi Jinping ha roto las normas para asumir un lustro más, cinco años más de mandato y con probabilidad de gobernar de por vida.
"Estamos en una nueva era, la era de Xi, donde el control ya no deja espacio a ninguna de las facciones tradicionales", dicen los expertos. Por eso, los elegidos para su comité son fieles aliados del presidente.
Estos seis hombres y cercanos a Xi fueron presentados este domingo ante el mundo renovando a seis de los que eran sus servidores: Li Quiang, el líder del PCCh en Shanghái, Cai Qi, el líder de Pekín, Ding Xuexiang, el antiguo secretario de Xi en Shanghái y Li Xi, el líder del partido en la ciudad de Cantón.
Los expertos apoyan la teoría de que Hu Jintao fue expulsado con un mensaje de humillación pública, despojándose de cualquier potencia molestia. La imagen se dio antes de saber quiénes eran los elegidos del Comité Central. "Es posible que fuera decantado para evitar cualquier tipo de reacción", aseguran.
Sin mujeres
La nueva cúpula del Partido Comunista chino no cuenta con mujeres por primera vez en 20 años. Y es que ninguna mujer sucedió en el Buró Político a Sun Chunlan tras su retirada a los 72 años.
A pesar de que el líder Mao Zedong proclamase que las mujeres "sostienen la mitad del cielo", el Politburó permanece un ciclo más sin presencia femenina.