PLANEA RECURRIR A LA JUSTICIA
El cofundador del Frente Nacional (FN), Jean-Marie Le Pen, ha asegurado que su expulsión ayer del partido fue una mascarada y atribuyó a la presidenta, su hija Marine, toda la responsabilidad de ese "asesinato" político.
La actual líder de la formación y su número dos, Florian Philippot, no estuvieron presentes en ese encuentro, en el que las instancias directivas le reprocharon sus sucesivas provocaciones y salidas de tono.
Marine, según el patriarca del clan, "no quería formar parte del pelotón de ejecución (...) porque matar a tu padre no está bien. Entonces no lo ha hecho directamente, pero ha hecho que lo maten otros, personas que hicieron el paripé. Es Marine Le Pen quien tomó la decisión", señaló en la emisora RTL.
El político ultraderechista reiteró que planea recurrir esa decisión ante la Justicia: "Cuando eres víctima de un asesinato y ese asesinato es perpetrado por tu hija, es evidente que no te alegras. Pero hay que tomarse las cosas con filosofía. Sabemos que, tarde o temprano, la Justicia actuará".
Le Pen conserva todavía su cargo de presidente de honor, porque su retirada exigiría una asamblea presencial que aún no tiene fecha fijada. "Yo soy el Frente Nacional. En el Frente Nacional estoy en mi casa", destacó el octogenario, que subrayó que ya ha conseguido tres victorias judiciales contra su propio partido, y se mostró convencido de que habrá una cuarta.
La dirección ya le expulsó una primera vez en mayo, pero Le Pen recurrió a la Justicia y en ese y otros dos recursos consiguió tanto que se le restituyera la militancia como que se anulara el "congreso postal" en el que, a través del correo, se pidió a los militantes votar sobre la supresión de la figura del presidente de honor.