Invasión rusa de Ucrania de 2022
La segunda ciudad más grande de Ucrania está siendo una de las ciudades más asediadas por las fuerzas rusas.
Desde el estallido de la guerra en Ucrania tras el comienzo de la invasión rusa el pasado 24 de febrero, Járkov, la segunda ciudad más grande del país y cerca de la frontera con Rusia, se encuentra bajo un constante bombardeo de artillería y sometimiento de las Fuerzas Armadas rusas. Los misiles y proyectiles rusos han arrasado zonas residenciales y edificios gubernamentales. La ONU reconoció hace tres días que 266 civiles habían muerto en la ciudad oriental ucraniana.
A unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia, Járkov ha sido uno de los principales objetivos del Kremlin desde el inicio de la guerra en Ucrania. Solo la ciudad portuaria de Mariúpol está siendo más castigada. Járkov fue una de las primeras ciudades donde las tropas rusas lanzaron ataques contra la población civil, una acción que se repite constantemente cada día en todas las zonas del país. La segunda ciudad más castigada por las fuerzas rusas recibe unos 80 impactos de misiles al día.
Antes del estallido del conflicto con Rusia, Járkov albergaba a 1,5 millones de ucranianos, muchos de ellos han huido de los horrores de la guerra y se han convertido en refugiados. Las calles son la viva imagen del caos, vacías y repletas de escombros y cenizas. Entre los 266 civiles muertos en la ciudad, la ONU denunciaba la muerte de 14 niños. El impacto de los misiles intenta minar la moral de la población mientras el presidente Zelenski intenta cada día arengar a los ucranianos con sus ya icónicos mensajes por vídeo.
Arrasada por las fuerzas rusas
El alcalde de Járkov, Igor Kolykhayev, ha asegurado que al menos 500 edificios, incluidos hospitales y escuelas, han sido destruidos desde el inicio de la ofensiva rusa. Las autoridades denuncian que el incesante asedio con proyectiles está provocando una escasez en los suministros. Los ciudadanos se dirigen cada noche a las estaciones de metro para refugiarse de la artillería.
El centro histórico de Járkov, capital intelectual de Ucrania, con joyas del conststructivismo, está completamente reducido a escombros. Museos, edificios históricos y bibliotecas han quedado reducidas a cenizas. La famosa biblioteca Korolengo, no ha escapado de los misiles rusos. El principal protagonista en la ciudad es el sonido, alternando su protagonismo entre el silencio en las calles y el atronador sonido de las sirenas y de las bombas impactando contra las estructura.
Más de 700.000 residentes han salido de Járkov según las autoridades. Los suministros de agua, luz y alimentos cada vez son más escasos. La viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, negocia cada día y busca la manera de implantar corredores humanitarios para que la población civil escape del atronador ataque ruso. Los supermercados y las farmacias continúan heroicamente dando servicio en la derruida ciudad. La población ucraniana resiste, la segunda ciudad más grande de Ucrania no cede ante los intensos ataques y el avance de las fuerzas rusas.