Escudo anti-misiles
El Ministerio nipón de Defensa propuso hoy un presupuesto récord para 2018, que supone el quinto incremento anual consecutivo y concebido para hacer frente a la creciente amenaza norcoreana y al auge militar de China en el Pacífico.
El gasto solicitado para Defensa para el próximo año fiscal nipón asciende a 5,26 billones de yenes (40.034 millones de euros / 47.800 millones de dólares), un 2,5 por ciento más que el año precedente, según anunció el Ministerio.
El presupuesto nipón para esta materia ha crecido anualmente desde 2013, el primer año en el poder del actual primer ministro, Shinzo Abe, quien ha impulsado un paquete legislativo destinado a reforzar las competencias de Japón en materia de Defensa y a ampliar el papel de las tropas japonesas en el exterior.
El incremento de la propuesta presupuestaria para este año se debe principalmente a la adquisición de un nuevo sistema de detección de misiles y alerta vía radar, de un escudo anti-misiles terrestre y de lanzaderas tierra-aire móviles interceptoras de misiles SM-3 Block 2A y PAC-3 MSE. Todo este equipamiento representará casi un tercio del gasto total en Defensa, y permitirá mejorar las capacidades de detectar misiles lanzados simultáneamente o disparados a gran altura, un método que Corea del Norte ha empleado en sus últimos ensayos con proyectiles balísticos.
Además, la instalación de escudos anti-misiles en tierra permanentes -similares a los que equipan a buques destructores de las Fuerzas de Autodefensa niponas- permitirá proteger la totalidad del archipiélago nipón, según explicó el Ministerio.
La propuesta de presupuesto se presenta dos días después de que Corea del Norte lanzara con éxito su decimocuarto misil balístico en lo que va de año, proyectil que por primera vez desde 2009, sobrevoló parte de las islas principales del archipiélago nipón.
Este ensayo elevó la amenaza norcoreana "a un nivel sin precedentes", según el Gobierno nipón, que ha insistido en la necesidad de blindarse ante los desarrollos armamentísticos del país vecino e incluso ha organizado campañas de preparación entre la población ante el eventual impacto de un misil en su territorio.
El nuevo presupuesto de Defensa también incluye la adquisición de dos buques escolta, seis cazas F-35 y cuatro aviones de transporte Osprey, además de la construcción de instalaciones militares en las islas de Amami-Oshima y Miyako, en el archipiélago de Okinawa (sudoeste).
El refuerzo de las capacidades defensivas navales y aéreas del país responde a la preocupación que suscitan las frecuentes aproximaciones de navíos chinos a las islas Senkaku, administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín, una disputa que se ha recrudecido desde que en 2012 Japón nacionalizara varios de estos islotes.
Pekín también ha construido en los últimos años instalaciones en islas artificiales del Mar de China Meridional que podrían ser de uso militar, lo que ha suscitado inquietud en Washington, Japón y otros países vecinos con los que el gigante asiático mantiene disputas territoriales.