La isla italiana del Giglio conmemora el primer aniversario del naufragio frente a sus costas del crucero Costa Concordia, una tragedia que dejó un balance de 30 muertos y 2 desaparecidos y tras la que, aún hoy, los restos del barco siguen encallados en el mismo lugar.

Los simbolismos y la emoción fueron la nota común de los actos, empezando por la devolución al mar, con una placa conmemorativa fijada en ella, de parte de los escollos contra los que colisionó la quilla del buque de ese día, cuando transportaba más de 4.200 personas.

Uno de los momentos más emotivos fue la ceremonia religiosa oficiada por el obispo de Grosseto, Guglielmo Borghetti, en la misma pequeña iglesia de San Lorenzo y Mamiliano que acogió a los náufragos y en la que estuvieron presentes también el ministro de Medioambiente, Corrado Clini, y el jefe de la Protección Civil, Franco Gabrielli.

En presencia también de diplomáticos de otros países (los pasajeros eran de distinta nacionalidad), el obispo recordó a las víctimas y reconoció la "generosidad" mostrada por los isleños esa noche y por quienes trabajaron en el rescate, según informan los medios de comunicación italianos.

El acto central de este domingo es el de las 21.45 horas, con un minuto de silencio en honor a las víctimas y el lanzamiento al mar de 32 farolillos encendidos en el momento exacto en el que se cumple un año del choque contra las rocas del Costa Concordia.

Dos polémicas enturbian el primer aniversario del naufragio

La conmemoración de la tragedia en honor de los fallecidos no está exenta de polémica debido a una carta de la naviera en la que "invita" a los más de 4.000 pasajeros supervivientes que no tenían familiares entre las víctimas a no viajar a la pequeña isla italiana para respetar la intimidad de las familias que sí los tenían y evitar problemas de espacio.

Y esa no es la única, pues el bufete de abogados estadounidense John Arthur Eaves, que representa a algunos de los pasajeros, ha denunciado que la compañía Carnival, que controla Costa Cruceros, sostiene que las lesiones que sufrieron algunos turistas fueron responsabilidad de ellos mismos por sus "comportamientos negligentes", para evitar así posibles indemnizaciones.

Un año después del naufragio del barco, la principal preocupación para los habitantes del Giglio sigue siendo la presencia aún del casco del Costa Concordia frente a la costa, lo que en un primer momento sirvió para llamar la atención de turistas curiosos, pero que supone una amenaza medioambiental y estética.

Las autoridades italianas anunciaron este martes que los restos del crucero serán retirados en septiembre, pero en una entrevista que publica hoy el diario "La Stampa", el director general de Costa Cruceros en Italia, Gianni Onorato, expresa su convencimiento de que el reflote de la nave, de 112.000 toneladas, será antes de agosto.

Este 2013 será el año en el que previsiblemente comenzará el juicio por el naufragio del Costa Concordia, después de que la Fiscalía de Grosseto acelerara sus investigaciones en los últimos meses para cerrarlas antes del pasado 31 de diciembre.

El juicio comenzará previsiblemente en verano

A finales de este mes, como máximo en febrero, se espera que los fiscales formalicen su solicitud de juicio para algunos o los doce investigados, entre ellos el capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, en libertad vigilada desde el 5 de julio.

Después de esa solicitud, se fijará la audiencia preliminar, que servirá para dirimir quién de entre los investigados, entre los que hay también responsables de Costa Cruceros, tendrá que afrontar un juicio que se prevé que comience tras el verano.

A ese juicio, al que puede ser llamada como testigo la joven moldava Domnica Cemortan que acompañaba al capitán la noche del naufragio, Schettino podría acudir por delitos de homicidio múltiple culposo y abandono del barco, acusaciones por las que se le ha investigado y a las que puede añadirse la de daño medioambiental.

Más allá del comportamiento del capitán en el momento del desalojo del barco, cuestionado casi de modo unánime, en el proceso se abordará como clave el hecho de si Schettino aproximó demasiado el crucero a la costa en esa maniobra de "saludo" a los habitantes de la isla.

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