ELECCIONES GENERALES EN ITALIA
Los italianos acudieron durante la jornada de este domingo a las urnas a votar bajo la incertidumbre y el temor de que los resultados de las elecciones generales creen una situación de ingobernabilidad en Italia.
Las elecciones generales se celebran este domingo y lunes hasta las 15.00 horas, en que comenzará el escrutinio de los votos, aunque los sondeos a pie de urna adelantarán algunos resultados.
Según los sondeos oficiales de hace 15 días, el candidato de centroizquierda Pier Luigi Bersani, se perfila ganador, seguido por el líder conservador, Silvio Berlusconi, mientras que el tercer puesto se lo disputan el primer ministro dimisionario, Mario Monti, y el cómico Beppe Grillo, con su "Movimiento 5 Estrellas", una formación alternativa y populista.
Sin embargo, los últimos sondeos que manejan los partidos dan una fuerte escalada a Grillo, quien podría incluso desbancar a Berlusconi del segundo puesto a pesar de su anuncio de devolver el importe del impuesto sobre la primera casa.
A las puertas de un colegio electoral de Roma, en la céntrica calle de Vittorio Emanuele, varios ciudadanos expresaron su inquietud ante el incierto escenario que puede surgir de las elecciones, ante la dificultad de formación de un gobierno con una mayoría estable en el Senado dado lo intrincado de la ley electoral.
"Temo la ingobernabilidad. Temo que Italia se vuelva todavía más ingobernable y que tengamos que venir de nuevo a votar", aseguró el italiano Juan Enrique Boc de Pombo, de 67 años, quien incidió en otro de los grandes problemas a los que se enfrentan los principales candidatos, el del desempleo, situado en el 11,2 %.
Boc abundó en el problema que supone para Italia el alto índice de paro entre los jóvenes, que alcanza el 36,6 %. También se mostró preocupado por el desempleo juvenil L.M, de 30 años, que recalcó que siempre ha acudido a votar, pero que en esta ocasión lo hace con especial interés para evitar "dejar el país en manos de personas que no nos escuchan ni nos respetan".
"Necesitamos personas nuevas en la política", subrayó el joven, quien coincidió con Valter R. de 34 años, en "la necesidad de poner fin a la gente anciana que gobierna en Italia". Enrico B., de 37 años, no dudó en contar que su voto fue dirigido al Movimiento 5 Estrellas, que el último día de campaña logró llenar la plaza de San Juan de Letrán donde Beppe Grillo hizo un alarde de su formación de corte populista, ecologista y ligeramente euroescéptica, que tiene en la moneda única europea, el euro, su principal bestia negra.
El dimisionario primer ministro, Mario Monti, asistió a misa antes de depositar su voto, mientras Bersani respondió a los periodistas que lo que haga el resto del día era cosa suya. La anécdota del día la protagonizó, esta vez indirectamente, Silvio Berlusconi, cuando tres chicas saltaron con los pechos al descubierto y gritaron "Basta Silvio, Basta Berlusconi".
Ante este panorama, M.P., de 82 años, explicó que acudió a las urnas para "salvar al país de un voto catastrófico, como puede ser el de Grillo o el de Berlusconi", lo que "sería un peligro, devastador para el país."
A las puertas del colegio electoral dos hombres comentan la "baja afluencia", una percepción que coincide con los datos divulgados por el Ministerio del Interior italiano que apuntaron a una caída en la participación de 1,57 puntos porcentuales con respecto a los comicios de 2008 durante las primeras horas de voto.
Los últimos datos de participación en las elecciones legislativas y regionales italianas del domingo revelan un descenso de 2,41 puntos porcentuales con respecto a la votación de 2008.
Sistema electoral italiano
Más de 47 millones son los electores mayores de 18 años que podrán votar a los 630 miembros de la Cámara de los Diputados (Baja), pues solo quienes tengan al menos 25 años (más de 43 millones) podrán elegir a los 315 senadores que ocuparán la Cámara Alta junto a 5 miembros vitalicios, incluyendo al presidente de la República, Giorgio Napolitano, una vez que expire su mandato en mayo.
Al voto de los millones de personas que acudirán a los colegios electorales habrá que sumar en el recuento el de los algo más de 3,5 millones de italianos residentes en el extranjero, que ya han ejercido su sufragio por correo enviado a sus consulados.
Más de 47 millones de italianos están llamados a las urnas
Los italianos residentes en el extranjero cuentan con una circunscripción propia, que elige a 12 diputados y 6 senadores, mediante un sistema electoral, el vigente en Italia, de tipo proporcional con premio de mayoría y distintas barreras con un porcentaje mínimo de votos para obtener acceso a cada Cámara.
Este sistema electoral, denominado "porcellum" por sus propios promotores, propicia la incertidumbre que se cierne ante un posible país ingobernable a partir de estas elecciones, pues la mayoría que los sondeos atribuyen a la coalición de centroizquierda de Pierluigi Bersani en la Cámara Baja está en cuestión en el Senado.
El actual sistema electoral italiano, que finalmente no pudo ser reformado antes de concluir la legislatura, permite a la coalición ganadora en cada región para el Senado atribuirse el 55 % de los escaños de esa zona, por lo que es importante, sobre todo, el voto de la populosa Lombardía, habitual caladero de votos del centroderecha, liderado de nuevo por Silvio Berlusconi.
Con la prohibición de sondeos que impone la ley desde hace quince días y el 30% de indecisos que se calcula, el final de la campaña electoral llegó con una ausencia de referencias y certezas públicas que ha inquietado al parqué bursátil milanés, según los analistas.
El diario "Corriere della Sera" informaba el pasado viernes de que los partidos están preocupados ante el ascenso imparable de la antipolítica del cómico Beppe Grillo y su Movimiento 5 Estrellas, que ha desbancado del segundo lugar de favorito a Berlusconi.
Los últimos días han mostrado, siempre según el mismo diario, cómo la intención de voto sobre las listas que apuestan por un segundo mandato de Monti va en caída, lo que imposibilitaría que el centroizquierda pudiera conseguir la estabilidad necesaria en el Senado gracias a un acuerdo con el tecnócrata.