CITA CON LAS URNAS EL DOMINGO Y EL LUNES
Italia ha puesto fin a la campaña para las elecciones generales que se celebrarán el domingo y el lunes próximos con inquietud ante el incierto escenario que puede surgir tras ellas, el de un Gobierno sin una mayoría estable en el Senado y la irrupción en tromba de la antipolítica del cómico Beppe Grillo. Antes del inicio del llamado "silencio electoral", desde las 00:00 horas de este sábado, los principales candidatos han aprovechado para llamar a las urnas a los más de 47 millones de electores que aún no han votado (más de 3,5 millones residentes en el extranjero ya lo han podido hacer), sobre todo al 30 % de indecisos que se calcula que hay.
Gran parte de la atención se centra en Grillo, convertido en el principal enemigo a batir por los políticos y el primer ministro dimisionario, Mario Monti, ante los sondeos que, según el diario "Corriere della Sera", manejan los candidatos y que dejan al cómico, líder del Movimiento 5 Estrellas, como el segundo favorito.
Como hiciera en el multitudinario mitin de la plaza del Duomo de Milán (norte de Italia) el martes, Grillo ha conseguido abarrotar este viernes la céntrica plaza romana de San Juan de Letrán (con capacidad para unas 70.000 personas), en el último acto de una campaña que ha basado en mítines callejeros y redes sociales. El cómico, que con un discurso populista ha arremetido contra la clase política al grito de "rendíos" y se ha negado a acudir a los platós de televisión, ha dado un nuevo golpe de efecto al prohibir la entrada a los medios italianos a la zona reservada de su mitin, salvo al grupo audiovisual Sky Italia.
El principal favorito en los comicios, el líder del centroizquierda Pier Luigi Bersani, elegido mediante primarias en diciembre, ha cerrado la campaña en el Teatro Ambra Jovinelli de Roma, donde ha contado con el apoyo del cineasta Nanni Moretti y en el que ha insistido en el carácter popular, que no populista, de su candidatura, en defensa de los trabajadores.
Bersani ha asegurado que ha conseguido mantener la promesa del primer día, que no contaría "fábulas", y ha pedido el voto para su coalición en pro de la renovación parlamentaria, pues dos tercios de sus listas están compuestos por gente nueva y en ellas hay un 40 % de mujeres.
Por su parte, el ex primer ministro Silvio Berlusconi canceló a última hora su asistencia al mitin de su partido en Nápoles por una "fuerte conjuntivitis", aunque envió un vídeo en el que insistió en los vínculos de la izquierda con el comunismo, la ideología más "cruel e inhumana", y concluyó mandando un abrazo a los hombres y un "doble abrazo" a las mujeres.
El multimillonario empresario llamó a los votantes a no optar por las listas que apoyan a Monti, pues, insistió, tienen orquestado un acuerdo con Bersani, y tampoco por Grillo, ya que, dijo, no cumplirá su promesa de "mandar a casa" a los políticos y con él se presentan candidatos de "extremísima izquierda".
Desde el Teatro de la Pérgola de Florencia, Monti ha pedido no volver al riesgo de acabar como Grecia que amenazaba a Italia en noviembre de 2011, cuando la dimisión de Berlusconi propició la llegada del Gobierno tecnócrata, y así ha apelado a un voto responsable. "Los ciudadanos pueden votar engañados por promesas falsas, pero después ¿adónde van?", se preguntaba el ahora político, en alusión al compromiso de Berlusconi de suprimir el impuesto sobre bienes inmuebles (IMU) a la primera vivienda y devolver lo pagado en 2012.
"Los ciudadanos pueden votar también por la rabia, llenando las calles, pero si la rabia no se transforma en cambio del país, sino en un referéndum sobre la salida del euro, ¿adónde van?", ha añadido.
Desde Suiza ha llegado una noticia que puede desbaratar la promesa estrella de Berlusconi porque el Gobierno helvético, en respuesta a la carta de una diputada de su país, ha expresado sus dudas de que el acuerdo fiscal con el que "il Cavaliere" pretende compensar la supresión del IMU pueda entrar en vigor, si se firma, antes de 2015.
Italia cierra esta campaña electoral, además, con el temor por parte de los partidos políticos tradicionales a un elevado nivel de abstención, que puede acrecentarse por el mal tiempo previsto y añadirse a una movilización masiva a favor de Grillo. El "Corriere della Sera" afirma que en los últimos sondeos que barajan los partidos (no se puede publicar ninguno quince días antes de las elecciones) se advierte un desplome de la intención de voto por Monti, lo que puede hacer insuficiente un posible acuerdo con Bersani para garantizar su estabilidad en el Senado.