BRECHA SALARIAL
Las protestas que tuvieron lugar en octubre del año pasado en Islandia han dado un vuelco en la brecha salarial entre hombres y mujeres. Desde este martes, el país ha querido cambiar la dinámica obligando a las empresas a demostrar que existe una igualdad en sus salarios entre ambos sexos.
Según informa 'New York Times', el país siempre ha contado con leyes que garantizan la igualdad en los salarios, pero el gobierno ha querido poner una solución estricta y han considerado conveniente aplicar el menor número de leyes con más fuerza para que den resultados. Es el caso de la nueva legislación, que obliga a las empresas a demostrar esta igualdad.
Los países nórdicos encabezan la lista de las naciones impulsoras de las políticas de igualdad de géneros e Islandia aparece en el primer puesto. Aun así, las mujeres en este país aún ganan entre un 14 y 20% menos que los hombres, según datos proporcionados por el gobierno.
Existen mujeres que ocupan puestos de trabajo más altos que algunos hombres pero cobran menos. Esta es una acción que Islandia intenta frenar a través de esta nueva legislación.
“Las empresas deberían hacer esto para su propio beneficio y el de sus empleados”, explica Halldor Thorbergsson, el director general de la Confederación de los Empleados Islandeses. “Pero no debería estar legalizado”. Algunos cargos consideran que esta ley supondría una carga administrativa para las empresas pequeñas.
En concreto, esta ley requiere de las grandes compañías e instituciones gubernamentales para someterse a unas auditorías que comenzarán en 2018. A través de éstas, se certificará el cumplimiento de la nueva norma. Los negocios con más de 25 empleados deben llevarlo a cabo hasta 2022.
Aunque el progreso requiere tiempo y dinero, Arni Kristinsson, el director mánager del BSI (British Standards Institution) de Islandia, un auditor que revisa los pagos, expresó que gracias a las empresas implicadas, la brecha salarial se ha reducido.
Las compañías de otros países también comparten la idea de esta nueva ley. En Reino Unido se han requerido a las empresas de 250 empleados o más que denuncien las diferencias salariales entre géneros. Austria y Bélgica tienen normas similares. En Estados Unidos y Suiza, los contratistas del gobierno están obligados a informar sobre los salarios por géneros al gobierno.