Un bebé sufre una enfermedad que le hace dormir durante días seguidos y sólo despertarse unas horas a la semana

Anya Metyolkina es un bebé que desde que tiene seis meses duerme profundamente y casi no puede permanecer despiertas unas horas al día.

La primera vez que le ocurrió estaba comiendo y entró en un profundo sueño. La llevaron al hospital pero permaneció dormida cerca de una semana antes de despertarse reclamando comida. "Nos la llevamos a casa, pero el siguiente día se durmió de nuevo y no la podíamos despertar", dice Alexandra Metyolkina, madre de la pequeña, según recoge Mirror.

Desde entonces Anya, que ahora tiene 18 meses, duerme durante varios días seguidos y permanece despierta entre 12 y 20 horas a la semana. La pequeña no va al baño, no come ni bebe agua cuando duerme y es imposible despertarla, según cuenta la familia.

El pasado año permaneció cuatro días ingresada en el hospital mientras los médicos trataban de identificar qué le ocurre, pero admitieron estar confundidos pues es algo que en muy pocas ocasiones han visto.

Lo que le ocurre a la pequeña es que tiene el Síndrome de Kleine-Levin, un trastorno neurológico complejo que se caracteriza por ciclos recurrentes de duración excesiva de sueño, comportamiento alterado y una comprensión reducida del entorno. También se le conoce como el síndrome de la 'Bella Durmiente'. Se trata de un trastorno que afecta más a los hombres que a las mujeres, aunque se trata de una enfermedad rara que afecta a una persona de cada millón, y casi es especialmente extraño que le ocurra a los bebés.

Doctores rusos le han trasladado a los padres de la pequeña que no pueden determinar la razón por la que sufre este trastorno pese a haberle realizado numerosas pruebas. "No es un coma, es un sueño normal", dice su madre, que cuenta que enseñó a su hija a andar durante los breves periodos de tiempo en los que permanece despierta.

"Después de dormir la niña tiene fiebre, su cara se pone roja y está muy hambrienta", cuenta su madre, que explica que los médicos le contaron que cuando Anya duerme sus latidos y su respiración disminuyen drásticamente.

Al principio creyeron que la niña tenía meningitis o encefalitis pero las pruebas han determinado que su cerebro y su sistema nervioso funcionan correctamente. Entonces pensaron que podría tratarse de problemas del corazón, pero también estaba correcto.

Pero mientras los médicos siguen investigando y tratando de dar con la respuesta al trastorno que sufre Anya, sus padres han decidido hacer públicasu historia para conseguir ayuda de expertos de cualquier parte del mundo.