PIDE UN VISADO POR COLABORACIÓN POLICIAL

Un inmigrante mexicano busca refugio en una iglesia estadounidense para evitar su deportación

Fue víctima en 2004 en el que fue asaltado por los hermanos Juan y Armando Hernández, en un posible intento de robo y por el cual sufrió heridas y apuñalamientos, y colaboró con la policía y testificó, lo que ayudó a la deportación de los atacantes a México.

Un inmigrante mexicano buscó refugio en una iglesia del centro de la ciudad estadounidense de Filadelfia, donde reside desde el pasado domingo, para evitar ser deportado de nuevo. Javier Flores, un inmigrante mexicano de 40 años que entró clandestinamente a Estados Unidos por primera vez en 1997 y que desde entonces fue deportado en múltiples ocasiones, pasó ayer su primera noche en la iglesia Arch Street United Methodist en Filadelfia (Pensilvania) para evitar la deportación, informó The Philadelphia Inquirer.

Hace 90 días, Flores salió del centro correccional del condado de Pike (Pensilvania), quince meses después de su detención por agentes de Inmigración y Control de Aduanas en una redada en su casa, para preparar su deportación y despedirse de su mujer, Alma Sánchez, y de sus hijos de 13, 4 y 2 años nacidos en EEUU.

Con el objetivo de evitar su deportación, prevista para este lunes, Flores buscó refugio en el sótano de la iglesia situada en el centro de la ciudad, ya que se le denegó la petición que presentó cuando estuvo bajo custodia federal de un visado para inmigrantes que sufrieron lesiones psicológicas o físicas y que están dispuestos a colaborar con la policía.

"La presente política inmigratoria solo sirve para separar a las familias y crea trauma y sufrimiento"

Flores fue víctima de un ataque el 18 de marzo de 2004 en el que fue asaltado por los hermanos Juan y Armando Hernández, en un posible intento de robo y por el cual sufrió heridas y apuñalamientos, y colaboró con la policía y testificó, lo que ayudó a la deportación de los atacantes a México.

Sin embargo, el inmigrante no puede optar a ese visado a causa de sus múltiples entradas ilegales a EEUU. En agosto, su abogado, Brennan Gian-Grasso, presentó un recurso para reabrir el caso como última medida alegando que las múltiples entradas de Flores a EEUU, después de sus deportaciones, siempre fueron en el contexto de cuidar de sus hijos estadounidenses "vulnerables y que le necesitan".

Por su parte, el reverendo Robin Hynicka, que encabeza la iglesia Arch Street United Methodist de Filadelfia desde 2003, aseguró que su congregación había acogido a familias sin recursos para comer o sin techo pero nunca por riesgo de deportación. "La presente política inmigratoria solo sirve para separar a las familias y crea trauma y sufrimiento. Ahora tenemos la oportunidad de mantener unida a una familia", añadió el reverendo.

En 2014, Angela Navarro, una inmigrante indocumentada proveniente de Honduras, buscó refugio en el santuario West Kensington Presbyterian Church en Filadelfia y, dos meses después, agentes de inmigración ampliaron la fecha de la posible deportación hasta más de dos años después.

Cuando el alcalde Jim Kenney asumió el cargo, en enero, restauró el estatus de Filadelfia como una ciudad refugio, al prohibir a los agentes locales cooperar con agentes federales de inmigración. La portavoz del grupo de apoyo a inmigrantes en el sur de Filadelfia "Juntos", Olivia Vázquez, argumentó que la familia de Flores, en particular su hija mayor y su hijo mediano que le vieron ser detenido, están afectados a nivel emocional.

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