El peor desastre natural desde 2004
La fuerza de la naturaleza ha vuelto a golpear con saña a Indonesia. A medida que pasan las horas se hace evidente la magnitud de la destrucción que ha dejado el tsunami que provocó el pasado viernes un terremoto de 7,5 grados. La costa occidental de la Isla de Célebres ha quedado devastada y el número de muertos asciende a 832.
Los servicios de emergencia han admitido que el área afectada es mayor de lo que se creía inicialmente, por lo que prevén que el balance de víctimas siga aumentando a medida que pasan las horas.
El sábado, el vicepresidente indonesio, Jusuf Kalla advirtió de que el número de fallecidos podría ser de varios miles. En estos momentos, la prioridad es encontrar supervivientes entre los escombros. Los servicios de rescate trabajan en condiciones muy extremas. A la falta de medios hay que sumar las réplicas sísmicas.
Se necesitan urgentemente víveres, agua potable, combustible y tiendas de campaña. Desde el pasado viernes, miles de personas, muchas de ellas heridas, no tienen donde cobijarse. Ante esto, el Gobierno indonesio destinará 560.000 millones de rupias (unos 32,3 millones de euros) como respuesta ante la tragedia a petición de la BNPB, según ha informado la agencia oficial Antara.
Save the Children calcula que cientos de miles de niños se han visto afectados por un desastre que ha dejado como "gran poblema" la falta de acceso a ciertas áreas. Save the Children ha recordado que, en un escenario de estas características, es "absolutamente crucial" prestar un "cuidado extra" a los niños en los próximos días, semanas y meses, entre otras razones porque numerosos menores habrán quedado separados de sus familias en pleno caos.
Por su parte, la organización no gubernamental Oxfam ha anunciado durante la jornada que se prepara para entregar ayuda a 100.000 personas afectadas por los terremotos y posterior tsunami.