SEGÚN EL ÚLTIMO BALANCE
Al menos 1.550 personas han muerto como consecuencia de los terremotos y el posterior tsunami que golpearon el pasado viernes la isla indonesia de Célebes, según el último balance ofrecido por la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), en un momento en el que las autoridades buscan aún a más de mil desaparecidos. La mayoría de las víctimas localizadas, más de 1.200, corresponden a la zona de Palu, una ciudad que quedó arrasada por un tsunami que azotó la costa con olas de hasta seis metros.
Los servicios de emergencia han tenido problemas para acceder a otra de las áreas más afectadas, la de Dongala, por lo que el balance previsiblemente subirá. Fuentes consultadas por la cadena de televisión británica Sky News han asegurado que aún habría unas mil personas desaparecidas en las zonas de Balaroa, Sigi y Petobo. En esta última zona, la mayoría de las víctimas estarían bajo tres metros de barro que están ya solidificados, lo que complica su recuperación.
Un primer terremoto, de magnitud 6 en la escala de Richter, sacudió la zona el viernes a las 16.00 (hora local), con un epicentro cercano a la localidad de Donggala. Un segundo seísmo de magnitud 7,4 golpeó el área de Palu y desencadenó el tsunami, que duró más de media hora y movió olas de hasta seis metros de altura.
El Gobierno indonesio ha desbloqueado 560.000 millones de rupias (32,3 millones de euros) a petición de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), que será la encargada de decidir cómo gestionarlos y a qué zonas destinarnos, ha explicado este lunes la ministra de Finanzas, Sri Mulyani, que ha precisado que esta cantidad podría incrementarse de ser necesario.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha anunciado este lunes que el país aceptará ayuda a nivel internacional para responder a la tragedia, después de visitar el domingo la zona devastada. "Esta noche el presidente ha autorizado que se acepte ayuda internacional para las labores urgentes tras el desastre. Estoy ayudando a coordinar dicha ayuda por parte de sectores privados de todo el mundo", ha explicado el presidente de la Junta de Coordinación de Inversiones (BKPM), Thomas Lembong
Entretanto, en la zona afectada por los terremotos y el tsunami la situación es desesperada. Según informa el diario 'Jakarta Post', algunos supervivientes han interceptado camiones con ayuda de emergencia y los han saqueado, ya que llevan varios días sin comer ni beber. Los agentes desplegados en la zona han sido incapaces de contener a la multitud.
Además, durante el fin de semana se han producido algunos saqueos en gasolineras, joyerías y cajeros automáticos por lo que la Policía ha dado órdenes de disparar contra aquellos que lleven a cabo saqueos. "No hay ninguna justificación para saquear, todo el mundo está igualmente afectado por el desastre", denunció el domingo por la noche el ministro de Interior, Tjahjo Kumolo, en declaraciones a Kompass.