EL GOBIERNO PRETENDE ACABAR CON LA COMPRA DE ORO
Neelima Rajan se siente resplandeciente, su atuendo nupcial la envuelve de pies a cabeza, un kilo de oro que le costó a su padre 30.0000 euros. El brillante amarillo es todo un símbolo de pureza y riqueza. Según la recién casada, "en los matrimonios hindúes, dar oro significa pasar de una etapa a otra. Además forma parte de la boda".
La ofrenda ya forma parte de la cultura del país. Una multitud de gente en la inauguración de una nueva joyería, lo demuestra. "Empecé a invertir en oro desde que mi hija tenía dos años, es para ella un seguro contra un mal matrimonio", decía el padre de una futura novia.
Según la mitología, el creador del universo, Brahma, nació de un huevo de oro, y la diosa Lakshmi se retrata a menudo con monedas fluyendo de sus manos. De ahí el afán de los hindúes por este ambicioso metal, el segundo más importado después del petróleo.
El Gobierno ahora está tratando de frenar su compra, la disparatada demanda de la joyería nupcial ha subido los impuestos de importación hasta un 15%.