EN BRASIL
Un grupo de manifestantes intentó este lunes entrar en el recinto del Museo Nacional, en Río de Janeiro, mientras protestaba por el incendio que ha destruido la institución, lo que obligó a intervenir a los cuerpos de seguridad del Estado.
Desde primera hora varios grupos comenzaron a llegar a las puertas del parque Quinta da Boa Vista, en cuyo interior se encuentra el museo calcinado, uno de los más antiguos de Brasil y de gran valor histórico y arqueológico para Latinoamérica. La protesta fue convocada para mostrar solidaridad por lo ocurrido y, al mismo tiempo, indignación por la falta de recursos para preservar el patrimonio cultural.
Los manifestantes lanzaron sus críticas a las autoridades y al Gobierno del presidente Michel Temer por el descuido con la historia y la ciencia de Brasil y con las instituciones públicas de investigación. Un grupo intentó entrar en el recinto cuando se abrieron las puertas para dejar pasar a unos vehículos, pero la Policía brasileña intervino con espray de pimienta e impidió la acción, lo que generó cierta confusión durante algunos minutos.
Los bomberos consiguieron controlar las llamas, cuyo origen se desconoce, esta madrugada tras seis horas de incendio, que ha calcinado una gran parte del acervo del museo del que formaban parte unas 20 millones de piezas.
El rector de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), Roberto Leher, y el director del Museo Nacional, Alex Kellner, responsabilizaron en rueda de prensa al Gobierno de Temer por la falta de recursos para la institución. "Todos sabíamos que el edificio estaba en condiciones vulnerables. Eran necesarias intervenciones sistémicas (...) Brasil necesita evaluar hacia dónde estamos caminando. No existe ninguna línea de financiación de los ministerios de Educación y Cultura para edificios históricos protegidos por el patrimonio", dijo Leher. Aunque aún se desconocen las causas del incendio, ambos coincidieron en señalar que el sistema eléctrico no estaba más en condiciones.
"La responsabilidad es del Gobierno central, no sirve decir que no. Tiene que decirse directamente. Si hubiéramos conseguido el terreno que pedimos aquí al lado, para el acervo, algo más se habría salvado. Bastaba sentido común", declaró Kellner.
Por su parte, Temer informó hoy en un comunicado de que ha entrado en contacto con entidades financieras públicas y privadas para crear una "una red de apoyo económico" a fin de ayudar en la reconstrucción del Museo Nacional.