TURQUÍA, LÍBANO Y JORDANIA PRINCIPALES DESTINOS
Les han cortado el agua, la luz, y lo que es peor, les han matado a algún familiar o amigo.“Mi tío y su esposa se quedaron en Homs. Y me han dicho que están muertos, asesinados salvajemente por los soldados de Bashar el Assad”, asegura una mujer. “La muerte no se separa de nosotros. Muerte y más muerte, todos los días, por la mañana, por la tarde, por la noche. Es una gran matanza”, afirma conmocionado otro refugiado. La ofensiva militar ordenada por el régimen depredador de Damasco ha originado un éxodo masivo de refugiados en las provincias de Damasco, Homs, Hama e Idlib.
La agencia de la ONU para los refugiados calcula que en torno a 22.000 personas han huído de una Siria llena de estragos y de lutos hacia los países limítrofes.Todos ellos mantienen una política de puertas abiertas.En Turquía, hay once mil personas distribuidas en seis campamentos convertidos como otras tantas en incubadoras de la desesperación. Hacia el Líbano han salido alrededor de 7000, pero quizá, haya un número más alto de sirios que no quieren registrarse por miedo a las represalias.
Y a Jordania han llegado cuatro mil personas. Tanto aquí como en el Líbano, los sirios viven con familias de acogida.
Todavía mucho más numerosos que los refugiados, son los desplazados internos, una riada de gente obligada también a dejar sus hogares por al espiral de represión indiscriminada, pero sin salir del país. Posiblemente más de 70.000 desde que saltaron al ruedo las revueltas en marzo de 2011.