Mar Negro
La invasión de Rusia a Ucrania, y ahora el incidente entre el caza ruso y el dron estadounidense, ha vuelto a poner la mirada de la comunidad internacional en la zona del Mar Negro y su relevancia geopolítica. De hecho, meses antes de que comenzase la guerra, esta zona se revistió de una mayor protección para interceptar cualquier aeronave que transitara su espacio aéreo sin cumplir con las normativas internacionales de vuelo.
Ubicado entre Asia Occidental y Europa Oriental, con una superficie de 436.400 kilómetros cuadrados, el mar Negro está rodeado por seis países: Georgia, Bulgaria, Turquía, Rumanía, Ucrania y Rusia. Este mar es una zona de regular actividad de barcos y aviones rusos, lo que ha generado un profundo clima de tensión desde el comienzo de la guerra en Ucrania.
Importancia geopolítica
La importancia del mar Negro radica en su posición geoestratégica, ya que conecta con el mar de Mármara por el estrecho del Bósforo y con el Mar Egeo por el Estrecho de los Dardanelos, claves para el control del transporte marítimo.
Como ejemplo de su importancia, cuando comenzó la guerra, Ucrania solicitó a Turquía que cerrara el paso del estrecho del Bósforo a los barcos rusos al ser la única salida al Mediterráneo desde el Mar Negro, enclave de una de las flotas militares del Gobierno ruso.
El tráfico en esta zona se regula desde 1936 por la Convención de Montreuxy sería la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que se plantearía la aplicación del tratado en situación de guerra. Ese tratado permite el tránsito de navíos militares de hasta 15.000 toneladas, aunque exige que se avise con 15 días de antelación, además de establecer un límite al número de barcos que pueden permanecer al mismo tiempo en el Mar Negro.
No obstante, la situación cambia en tiempos de guerra. Esta normativa imposibilitaría el envío de portaaviones de los países miembros de la OTAN a esta zona del Mar Negro, al tener una capacidad superior a esas 15.000 toneladas.
Escenario de conflictos entre Rusia y la OTAN
Tanto el mar Negro como el de Azov han sido escenarios de conflictos geopolíticos y geoestratégicos entre Rusia y la OTAN. La expansión de la Alianza Atlántica sobre las repúblicas bálticas y ex países satélites de la Unión Soviética ha representado la necesidad de Rusia de contrarrestar dicha avance. A su vez, afianzar su presencia en los espacios postsoviéticos permitió el desarrollo de la doctrina del nacionalismo ruso. De hecho, Vladímir Putin aseguró que la "desintegración de la URSS fue el mayor desastre geopolítico del siglo XX, dejando fuera de las fronteras de la actual Rusia a millones de ciudadanos rusos".
Rusia siempre ha sido reacia a la expansión de la OTAN en esta zona. Ucrania y Bielorrusia son las naciones consideradas la puerta terrestre entre Europa y Rusia. Además, Ucrania es la nación con mayor territorio de acceso al Mar Negro. La anexión de la península de Crimea, así como la presencia de partidarios prorrusos en la región del Donbás ucraniano -en el este del país- ha permitido un alto a la expansión de la OTAN hacia las fronteras con Rusia. Esa incorporación a Rusia de Crimea también ha permitido un mayor dominio entre los mares de Azov y Negro.
El 'incidente'
EEUU ha explicado que sus Fuerzas Aéreas en Europa vuelan "de forma rutinaria" por todo el continente, "sobre territorio soberano y en todo el espacio aéreo internacional en coordinación con la nación anfitriona y las leyes internacionales aplicables". El objetivo "es reforzar la defensa y la seguridad europea" a nivel colectivo. La invasión rusa de Ucrania aumentó el control del mar Negro por parte de la Armada rusa, bloqueando el acceso a los barcos ucranianos y elevando la tensión entre Washington y Moscú.
En principio, los analistas descartan que el 'incidente' entre un dron estadounidense y un caza ruso pueda desembocar en un conflicto diplomático de gravedad entre los dos países. Aseguran que esta clase de sucesos son comunes y nunca llegan a oídos de la opinión pública, aunque reconocen que es inusual que el dron fuera interceptado por el avión ruso en aguas internacionales, donde no hay jurisdicción y hay libertad de movimiento.