BÉLGICA | CASOS DE PEDERASTIA
El sacerdote belga Eric Dejaeger, acusado de abusos sexuales a menores de la minoría esquimal en Canadá, se ha entregado hoy a la policía local de Lovaina (norte de Bélgica) y ya ha sido interrogado. Dejaeger, sacerdote y misionero de 63 años, se encontraba oculto en una casa vinculada a la abadía católica flamenca de Blanden, cerca de Lovaina.
Por su parte, la Iglesia católica de Bélgica ha reconocido "errores" en la gestión de los casos de abusos sexuales a menores y se comprometió a hacer todo lo posible por las víctimas, para quienes el mensaje -en el que no se concretaron ni sanciones ni compensaciones- es insuficiente.
Después de tres días de silencio, la máxima autoridad eclesiástica del país, el arzobispo de Malinas-Bruselas André Léonard, respondió a las conclusiones del informe publicado el pasado viernes y que constató 475 denuncias por abusos sexuales y el suicido de 13 víctimas desde los años 60. "Estas historias y el sufrimiento que contienen nos hacen temblar", aseguró Léonard en una multitudinaria rueda de prensa, en a que subrayó que a partir de ahora la prioridad de la Iglesia será dar una "atención personal" a las víctimas y facilitar su rehabilitación.
El arzobispo de Malinas-Bruselas admitió que el informe de la comisión impulsada por la propia Iglesia incluye "serias objeciones" al tratamiento que se ha dado durante años al problema de los abusos y aseguró que "de los errores del pasado deseamos sacar laslecciones necesarias".
Sin embargo, Léonard y otros responsables de la jerarquía eclesiástica belga no pidieron perdón abiertamente.
La acción más inmediata será la puesta en marcha de un "centro para la curación y la reconciliación de las víctimas", unaestructura integrada por cuatro expertos que trabajarán junto a las víctimas y la Justicia para continuar con las investigaciones yproponer respuestas.