A PARTIR DE MEDIANOCHE

Hungría cierra la frontera con Croacia para detener la llegada de refugiados

El Gobierno de Hungría ha anunciado que, a partir de esta medianoche, cerrará la frontera con Croacia, por donde pasan cada día miles de refugiados camino de Alemania, y aplicará controles estrictos para determinar quién tiene derecho a asilo político. Hungría cerró hace un mes también la linde con Serbia donde el ritmo de entradas de emigrantes ha caído desde cifras de 10.000 diarios a apenas 200.

Hungría cerrará su frontera con Croacia a partir de la medianoche de este viernes para frenar el flujo de inmigrantes y refugiados que llegan a su territorio, ha anunciado el ministro de Exteriores, que ha precisado que se crearán dos zonas de tránsito en la frontera donde se podrá solicitar asilo.

"Esperamos lograr los mismos resultados", aseguró el ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, al anunciar la medida, aunque agregó que "esta es la segunda mejor solución", ya que la primera habría sido que la Unión Europea (UE) defendiera la frontera entre Grecia y Turquía, por donde entran la mayoría de refugiados.

El ministro dijo que la decisión de Hungría, que comenzó a construir esta valla en septiembre, se debe que "en la cumbre del jueves de la UE no se ha decidido sobre la defensa conjunta de la fronteras de Grecia". El ministro reiteró que Hungría, al cerrar la frontera, cumple con sus tareas de defender las fronteras de la zona de Schengen, de libre circulación.

Pese al cierre de la frontera, los puntos de cruce seguirán funcionando y también habrá zonas de tránsito, donde los refugiados tendrán que esperar a que se tramiten sus solicitudes antes de entrar en Hungría. Szijjártó explicó que el Gobierno húngaro notificó sobre la medida a los países vecinos y también que ha informado al embajador croata en Hungría, quien le expresó su "decepción".

En lo que va de año, más de 370.000 refugiados han entrado en Hungría, provenientes de países en conflicto de Oriente Medio, que siguen luego hacia Austria y Alemania. El pasado 15 de septiembre entraron en vigor en Hungría unas leyes que penalizan el cruce ilegal de la frontera con hasta cinco años de cárcel.

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