Reino Unido
Un soldado británico que estaba a la espera de un juicio por cargos relacionados con el terrorismo se escapó de una prisión en el suroeste de Londres. La policía dijo que Daniel Abed Khalife, acusado de colocar bombas falsas en una base militar y de violar la Ley de Secretos Oficiales de Gran Bretaña, desapareció de la prisión de Wandsworth.
Daniel Abed Khalife, de 21 años, había negado todos los cargos en su contra. Estaba a la espera de juicio en HMP Wandsworth, acusado de dejar bombas falsas en una base militar. Su fuga se desarrolló de “manera audaz”, ya que se cree que se ató a la parte inferior de una camioneta de reparto de alimentos y salió por la cocina de la prisión.
“Tenemos un equipo de oficiales que están realizando investigaciones exhaustivas y urgentes para localizar y detener a Khalife lo más rápido posible”, dijo el comandante Dominic Murphy, jefe del comando antiterrorista de la Policía Metropolitana. Murphy dijo también que no hay información que sugiera que Khalife represente una amenaza para el público en general, pero instó a cualquiera que pueda verlo a no acercarse a él y contactar inmediatamente con el número de Emergencias. El recluso fugado fue visto por última vez vistiendo un uniforme de chef de prisión, que consiste en una camiseta blanca, pantalones a cuadros rojos y blancos y botas marrones con puntera de acero.
Khalife apareció ante un tribunal de Londres el 28 de enero y permaneció bajo custodia por dos incidentes en la base de la Royal Air Force (RAF) en Stafford, en el centro de Inglaterra, cerca del cuartel del ejército donde vivía.
Está acusado de “intentar obtener información de un tipo que pueda ser útil para una persona que comete o prepara un acto de terrorismo” en agosto de 2021. También fue acusado de fraude con una bomba al colocar un dispositivo sospechoso en una base de la RAF el 2 de enero de este año. La Policía Metropolitana dijo en un comunicado que es probable que aún se encuentre en el área de Londres, aunque no descartaron que hubiera viajado fuera de la capital británica. Su escapada puso en alerta a todos los aeropuertos y los puertos, lo que ha provocado importantes retrasos.
El Servicio Penitenciario Británico está trabajando ya con Scotland Yard para "investigar urgentemente" cómo escapó. No hay signos de que la Policía haya hecho avances, la búsqueda se ha extendido a todo el país y el hecho de que Scotland Yard haya apelado a la colaboración ciudadana sugiere que ninguna pista ha llegado a buen puerto. Han surgido críticas ya en torno a por qué no estaba en un prisión de máximo seguridad, sino en una de menor riesgo, sobre todo cuando tenía ya antecedentes de haberse escapado anteriormente.