A PARTIR DEL MES DE MAYO, A NO SER QUE EL ESTADO ABONE LOS COSTES
El Ministerio de Sanidad de Israel advirtió de que dejará de tratar a heridos sirios en sus hospitales a partir de la próxima semana si el Estado israelí no abona los costes que ese tratamiento genera.
Israel ha atendido a cientos de civiles y rebeldes sirios que han entrado en su territorio
El titular de Sanidad, Yaakov Litzman, lamentó que el Ministerio de Defensa, cuyo personal militar se encarga de atender a los heridos que cruzan la línea divisoria con el país vecino, no esté efectuando los pagos como consta en el acuerdo de asistencia.
"El hospital de Nahariya (en el norte) soporta la carga del tratamiento humanitario de los heridos en la lucha (...) Se alcanzaron acuerdos relativos a la forma de pago del Ministerio de Defensa en relación con los servicios prestados, pero por desgracia la disposición no se cumple en la práctica y no se abona el coste", denunció en un comunicado.
Litzman avisó de que "si el asunto no se resuelve" dejarán de admitir a los refugiados sirios en los centros: "No continuaremos con una situación que en última estancia afecta a los ciudadanos de los servicios de salud del Estado", declaró en la nota sobre el impago.
En los últimos años, Israel ha atendido a cientos de civiles y rebeldes sirios que han entrado en su territorio y que, después del tratamiento, son devueltos a Siria. El personal militar les atiende "in situ" y, en los casos más graves, los envía a centros sanitarios del norte de Israel.
El ministro de Sanidad asegura que el Estado no se hace cargo de las facturas que generan estos costosos tratamientos. La directora de la División de Centros Médicos gubernamentales, Orly Weinstein, envió una carta a la oficina del primer ministro poniendo fecha a la medida, añadió el digital Ynet.
"Tengo la intención de notificar a las autoridades de Defensa que, a partir del 5 de mayo de 2017 y hasta que se resuelva este problema, los refugiados sirios ya no serán transferidos a los hospitales públicos a menos que sea un paciente cuya vida esté en peligro", consta en la carta rubricada por Weinstein.