HOSPITAL ST. JAMES DE LEEDS
Una mujer británica enferma de un cáncer ha protagonizado una extraña historia en el Hospital de St James en Leeds. Los médicos de este centro la dieron por muerta y así se lo comunicaron a sus familiares. Al primero al que notificaron la triste noticia fue a su esposo John Harrison que no tardó nada en acercarse a las instalaciones médicas a despedirse.
Cuando llegó al hospital y cogió la mano de su esposa el percibió que Ann no estaba muerta. Su mano todavía estaba caliente y él era capaz de notar sus pulsaciones. En ese mismo momento corrió a avisar a las enfermeras que en un primer momento creyeron que se trataba de impulsos involuntarios, aunque rápidamente comprendieron que el señor Harrison tenía razón y la paciente no estana muerta.
Es en este punto en el que la historia se divide en dos versiones. El marido relata en el Daily Mail que desde que avisó al personal del centro hasta que un médico se personó a ver lo ocurrido transcurrió más de una hora. Un tiempo en el que la paciente pudo sufrir daños irreparables.
La versión del centro hospitalario es un poco más difusa. El Hospital llegó a reconocer que se había tratado de un error, aunque después dio otra versión. Ann Saville "estaba muerta pero que había vuelto a la vida". Además advirtieron a los familiares de que Ann no duraría más de 72 horas y ya han pasado dos semanas desde este acontecimiento.