VIVÍAN ENCADENADOS Y HAMBRIENTOS
El fiscal que está procesando a los padres acusados de mantener secuestrados y en condiciones infrahumanas a sus 13 hijos en California ha desvelado las espeluznantes situaciones que las víctimas han relatado.
Los hermanos se bañaban una vez al año, solo se les permitía comer una vez al día y estaban encadenados a sus camas durante semanas.
Supuestamente fueron castigados cuando se lavaron las manos por encima de las muñecas y fueron golpeados regularmente, Además, los padres compraban juguetes y comida y lo ocultaban o lo ponían ante ellos pero les impedían tocarlo.
Cuando los agentes les encontraron, comprobaron que todos estaban extremadamente delgados y aparentaban ser más jóvenes de lo que eran en realidad.
"Si puede imaginarse tener 17 años y parecer ser un niño de 10 años, estar encadenado a una cama, estar desnutrido y sufrir lesiones asociadas, lo llamaría tortura", dijo el capitán del condado de Riverside, Greg Fellows,según recoge la CNN.