se lo hizo en la cárcel
Mark Cropp, de 19 años, temía que después del tatuaje que se hizo en la cárcel y qye le cubre gran parte del rostro nadie fuese a contratarle. Sin embargo, finalmente le han contratado como 'cazador de pollos'.
Aunque comenzó a someterse a sesiones láser para eliminar su tatuaje al ver que no encontraba trabajo, Cropp ha reculado y ha asegurado que no se lo quitará: "A los pollos no les preocupa mi cara, no les importa si tengo un tatuaje o no".
Cropp estuvo en prisión durante dos años y tres meses, entró a los 17, tras haber amenazado a un turista con un cuchillo mientras realizaban un intercambio de marihuana.
Compartió celda con su hermano, que fue el encargado de hacerle el tatuaje en la cara. Para hacer la tinta, el hermano utilizó plástico quemado, pasta dentífrica y agua.
Cropp reconoció que estaba borracho en el momento en el que se hizo el tatuaje. Al despertar se dio cuenta de que el tatuaje, que en un principio sería pequeño y estaría en un lado de la mandíbula, cubría gran parte de su cara.