EN REINO UNIDO
Cuando Martín Hale, con diabetes y de 47 años, se desmayó, cayó de la silla de ruedas y su respiración se detuvo. Su familia llamó enseguida al teléfono de emergencia, según informa el diario Mirror.
La ambulancia tardó 90 minutos, y cuando llegó al hospital el cerebro de Martín estaba sin oxígeno. Tras seis días, los padres decidieron desconectarlo porque había sufrido daños cerebrales graves.
Se ha abierto una investigación para averiguar si se trata de negligencia médica. La familia de Martín ha denunciado que el retraso de la ambulancia fue la razón de la muerte, si hubiesen llegado antes podrían haberlo salvado.
La madre de Martín ha confesado que llamó tres veces en total a emergencias. "La tercera vez, grité que ya era demasiado tarde".