EN REINO UNIDO
Un hombre, de 53 años, muere por una hemorragia tras ir al dentista y que éste le quitase 10 dientes. Neville Gillespie acudió al dentista porque tenía los dientes flojos y esto suponía un problema para comer. En esta cita le iban a extraer sólo cuatro dientes, pero finalmente le quitaron 10, por acuerdo mutuo.
El mismo día, tras pasar varias horas de la intervención, el hombre murió.
La investigación ha señalado que Gillespie estaba en tratamiento y con medicación, esto podría ser posiblemente la causa del problema de coagulación.
Gillespie volvió a su dentista porque la hemorragia no se detenía, y éstos lo mandaron a casa con algodones en la boca.
Su hermano explicó que a media noche Gillespie se desplomó y estaba cubierto de sangre. "Los servicios de emergencia encontraron la cama llena de sangre", relató.
El forense indicó que "todo fue un conjunto de desafortunadas circunstancias, no hay negligencia dental".