Eutanasia
Alain Cocq, un ciudadano francés de 57 años, dejará de comer, de beber y de tratarse desde este viernes y documentará su final en directo a través de Facebook a partir del sábado.
Cocq padece una enfermedad incurable desde hace 34 años que lo mantiene postrado en su cama desde hace dos. Con su muerte quiere denunciar que en Francia no es legal la eutanasia.
Tras escribir al presidente, Emmanuel Macron, pidiéndole "el derecho a una muerte digna", este le negó la autorización para que un médico le recetase un barbitúrico.
La enfermedad de Cocq ha ido degenerando y actualmente está "encarcelado en su cama con un sufrimiento insoportable", según ha declarado a Efe Jean-Luc Romero-Michel, adjunto al ayuntamiento de París a cargo de los derechos humanos y la lucha contra las discriminaciones y también presidente de la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente. Romero-Michel visitó a Alain Cocq en su domicilio en Dijon (noreste) el miércoles pasado para manifestarle su apoyo.
Explicó que Cocq mantiene la plenitud de sus capacidades mentales, pero es totalmente dependiente en el plano físico, y recibe la ayuda de cuatro personas para todas sus necesidades, incluida la higiene personal.
La mayoría de diputados del Parlamento francés están a favor de aprobar una ley, pero no sale adelante porque, según Romero-Michel, hay políticos sometidos al grupo de presión de las empresas del sector sanitario. La asociación lanzará una campaña en redes sociales de apoyo a Alain Cocq, en la que volverá a pedir que se apruebe una ley que regule el derecho a morir dignamente.