CANADÁ | HICIERON UNA APUESTA SEXUAL

Un hombre confiesa que mató a su mujer tras perder una partida a la Wii

Keith Wiens, un oficial retirado de la Real Policía Montada de Canadá, ha admitido que mató a su mujer de un disparo en el ojo tras una violenta disputa iniciada después de que el hombre perdiera una partida que jugaba contra su esposa a la videoconsola.

Keith Wiens, un oficial retirado de la Real Policía Montada de Canadá, se enfrenta a cargos de asesinato en segundo grado por la muerte a tiros de su pareja, Lynn Kalmring. En el juicio, Wiens ha declarado que disparó a Kalmring en defensa propia después que una apuesta perdida en un juego de la Nintendo Wii se convirtiera en un conflicto violento.

Según el Huffington Post, Wiens ha asegurado que él y su mujer solían hacer retos sexuales con los videojuegos. En la noche del tiroteo, Wiens perdió la apuesta y encontró juguetes sexuales en la almohada de su habitación. Como estaba cansado, Wiens tiró los juguetes al suelo y se fue a la cama, pero Kalmring se molestó y le acusó de no encontrarla atractiva, según el citado medio.

Wiens también ha afirmado que su mujer le golpeó, por lo que él decidió hacer las maletas para irse de casa. El exagente ha aclarado que no sacó su pistola de su mesita de noche hasta que su esposa salió de la habitación porque tenía miedo de su reacción.

Según el testimonio de la hermana de la víctima, la mujer la había llamado minutos antes del tiroteo y le dijo que había tirado su anillo de compromiso y una suma importante de dinero en efectivo a Wiens debido a un ataque de ira.

Wiens ha relatado que su pareja regresó a la habitación con un cuchillo, por lo que le disparó desde menos de dos metros de distancia, y la bala alcanzó el ojo izquierdo de la mujer.

La Policía ha testificado que se encontraron con un cuchillo de cocina en la mano izquierda de Kalmring cuando entraron en la escena del crimen después de que Wiens llamara al teléfono de emergencias e informara de que había disparado a su esposa. Las fuerzas de seguridad han señalado, además, que el presunto asesino no tenía lesiones, y que no parecía que se hubiera producido ninguna agresión física.

Un médico forense ha declarado en el juicio que la ubicación del cuchillo era sospechosa, por lo que puede que el hombre pusiera el cuchillo en la mano de la víctima tras matarla.

La familia de la fallecida pide que se le aplique una dura sanción al acusado. "Lynn era una buena persona, una mujer cariñosa. Si alguien puede quitarle la vida violentamente, todos los canadienses están en peligro", han destacado miembros de su familia.

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