EN LA APERTURA DE LA CONFERENCIA EN PARÍS
El presidente de Francia, François Hollande, subrayó que la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) requiere una respuesta global "que debe proceder de los propios iraquíes" y que demanda también la unidad y el apoyo de la comunidad internacional.
En la apertura de la conferencia en París destinada a coordinar las ayudas y las acciones contra esa organización terrorista, el presidente francés destacó que "no hay tiempo que perder" ante una amenaza "mayor sobre Irak, la región de Oriente Medio y el resto del mundo".
Hollande destacó que la respuesta debe ser primero humanitaria y después política, y que esta debe incluir la búsqueda también de una solución duradera "en el lugar en que nació el movimiento, Siria", para lo que solicitó el respaldo a las fuerzas de la oposición al régimen de Bachar al Asad.
"Hay que apoyar a los que pueden negociar y hacer los compromisos necesarios para el futuro de Siria. Para Francia, estos son las fuerzas de la oposición democrática", apuntó en un encuentro que ha reunido a representantes de 24 países y de la Liga Árabe, la ONU y la Unión Europea.
Esta cita, en la que no participa Irán pero sí los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, China, el Reino Unido y Francia), aspira a definir la estrategia de lucha y el rol de cada país en la coalición internacional anunciada la semana pasada por el presidente estadounidense, Barack Obama.
El asesinato del cooperante británico David Haines es, según Hollande, la última demostración del peligro de un grupo "que pretende incluso fundar un Estado" y que ha perpetrado "masacres y exacciones contra la población civil".
El presidente francés saludó "el sentido de la responsabilidad" de las nuevas autoridades iraquíes, y pidió a la comunidad internacional que las apoyen con "lealtad y unidad". Su discurso insistió en que Irak no es el único afectado, ante el elevado número de combatientes procedentes de otros países, e hizo un llamamiento para intensificar la lucha contra esas filiales "y castigar a aquellos que se asocian con ellas".
Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de preservar la unidad y garantizar la seguridad del Líbano, "que acoge a cerca de dos millones de refugiados sirios", y a ampliar el apoyo a otros países, como Jordania.
El presidente iraquí, Fuad Masum, que copreside este encuentro, afirmó que la actuación del EI ha obligado a superar "el pensamiento estratégico habitual al que Al Qaeda" les "había acostumbrado", y a "desplegar más esfuerzos" para evitar que tengan santuarios y cortar sus fuentes financieras.