UN ELEVADO PORCENTAJE DE LA POBLACIÓN Y AYUNTAMIENTOS APOYA LA MEDIDA
Holanda está más cerca de legalizar el cultivo de marihuana después de que una mayoría de los diputados del Parlamento neerlandés haya mostrado su disposición a apoyar un proyecto legislativo del partido liberal de centro-izquierda D66 para tal fin.
Los laboristas, los verdes de Groenlinks y los animalistas del PvdD ya habían secundado la propuesta de la parlamentaria Vera Bergkamp y ahora dos diputados que habían abandonado la formación de extrema derecha PVV han decidido votar a favor de la ley, de acuerdo con el diario "Algemeen Dagblad".
Un elevado porcentaje de la población y ayuntamientos también apoya la medida. Bergkamp espera que legalizar la producción de marihuana elimine las "áreas grises" entre los cultivos ilegales y los "coffee shops" con autorización, donde se pueden adquirir pequeñas dosis para consumo personal. "Puedes comprar marihuana, pero no está permitido cultivarla o transportarla, y eso está mal", afirmó Bergkamp a la cadena pública neerlandesa NOS.
En ese sentido, la política aseguró que regular la producción conllevará mejoras en la salud y mayor control de la criminalidad. La nueva ley también introducirá controles de calidad y, de hecho, el proyecto prevé que los propietarios de los "coffee shops" compren la planta de cultivadores autorizados.
Los productores deberán cumplir ciertos requisitos y su labor se someterá a los exámenes de las fuerzas de seguridad. "Hoy en día, la gente no tiene ni idea de qué está fumando", afirmó Bergkamp.
Aunque se celebrarán elecciones generales en Holanda el próximo marzo, la diputada se mostró convencida de que la Cámara Baja del Parlamento aprobará la ley antes de los comicios. El Consejo de Estado ya ha analizado el proyecto y sus recomendaciones se han incluido en una versión revisada.
Una investigación de la holandesa Universidad de Radboud concluyó a principios de año que legalizar la producción de cannabis conllevaría "beneficios para la salud pública y los derechos humanos".
Así, el estudio comprobó que el cultivo de marihuana estaba vinculado a la violencia criminal, incendios, contaminación medioambiental y acústica, así como a la expansión de la bacteria de la legionela.
Sin embargo, el Gobierno holandés se opone a la iniciativa y asegura que los resultados de la investigación no son motivo suficiente para modificar las políticas sobre el cultivo de marihuana. "Los investigadores no han confirmado si el crimen se reduciría gracias a la legalización del cultivo", declaró a principios de año el ministro de Justicia, Ard van der Steur, quien agregó que la norma entraría en conflicto con la estrategia oficial encaminada a evitar el consumo de la droga entre los jóvenes.