ÉL Y SU HERMANO FUERON ADOPTADOS

La historia de superación de Picasso, el perro que se libró de ser sacrificado y ahora hace terapias

Picasso nació con una malformación en el hocico y la mandíbula. Al ser incapaz de venderlo, su propietario lo llevó a una perrera donde ya habían programado su sacrificio, del que finalmente se libró. Ahora ha encontrado un hogar y trabaja como perro de terapia.

Picasso es un perro cuya vida no ha sido fácil desde sus inicios. El animal nació con una malformación en el hocico y la mandíbula. Al ser incapaz de venderlo, su propietario lo llevó a una perrera de California donde ya habían programado su sacrificio.

Sin embargo, cuando la propietaria de un refugio de animales le vio y decidió que tenía que salvarlo. Ahora, ha encontrado un hogar y trabaja como perro de terapia después de haber sido entrenado para ayudar a personas con discapacidades, según publica The New York Post.

Nació en el patio trasero de una casa de Porterville, Estados Unidos, con una deformación en la cara que hace que su hocico se desplace hacia la derecha mientras que su mandíbula se sitúa a la izquierda, de ahí su nombre.

Excepto esta malformación de su cara, Picasso, un cruce de pitbull, es un perro totalmente sano según explican los propietarios del refugio canino Luvable Dog Rescue. La directora del refugio, Liesl Wilhardt, cuenta que Piccaso puede comer por ambos lados de la boca, pero que es "un desastre" comiendo, e indica que también le ocurre cuando bebe agua.

Picasso fue fruto de una camada de cinco perros, pero su dueño fue incapaz de vender a Picasso por su malformación, por lo que lo llevó a la perrera de Porterville junto con Pablo, otro de los cachorros.

Allí, los trabajadores programaron su sacrificio. Sin embargo, antes de que se produjese, el director del refugio de Oregon se enteró de la historia a través de una voluntaria del refugio y una vez que vio a Picasso se enamoró de él, así que lo rescató.

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