TRAS UN DURO PROCESO DE REHABILITACIÓN
La enfermedad de Alex Lewis comenzó en el año 2013. Todo apuntaba a que se trataba de una simple gripe, pero poco después se dio cuenta de que su piel tenía manchas y que en su orina había rastros de sangre.
Por ello acudió hasta el hospital donde le diagnosticaron un caso de infección por estreptococo de tipo A. Una enfermedad bacteriana que al liberar toxinas, hace que la bacteria destruya los tejidos de la piel. Además puede causar trombosis e infartos secundarios.
Aunque normalmente el cuerpo es capaz de eliminar esta bacteria mediante sus mecanismos inmunológicos, en este caso generó una septcemia. -una infección generalizada debido a un foco infeccioso en el interior del cuerpo del cual pasan gérmenes patógenos a la sangre-.
Esta enfermedad obligó a los médicos a amputarle sus extremidades. El joven perdió los brazos, las piernas y además se quedó sin labios y sin nariz.
Sin embargo, esta dolencia no le ha impedido seguir haciendo su vida, y según recoge el medio BBC, Lewis disfruta ahora de unas prótesis que le permiten moverse con independencia. Además tras pasar varias veces por el quirófano, los cirujanos han conseguido reconstruirle el rostro.
Lewis sufrió un frustrante proceso de rehabilitación, sin embargo, con empeño y esfuerzo no se dejó vencer por su discapacidad y acaba de volver a su trabajo como diseñador de interiores. "Lo que me ocurrió me ha hecho pensar de forma distinta sobre ser padre, esposo y humano", asegura Lewis.