Reino Unido
Después de varios estudios médicos en los que se penaban que el problema vendría de la alimentación, dieron con el problema: un tumor cerebral.
Lacey-Lee Kelly es una niña de seis años de Reino Unido que en verano comenzó a quejarse de padecer dolores de cabeza que con el tiempo la llevaron a sufrir algunas consecuencias como náuseas o empezar a sentirse algo más torpe. Después de varias exploraciones pensando que podía tratarse de que necesitara gafas, un estudio reveló una presión creciente detrás de los ojos por lo que fue trasladada de manera inmediata al Royal Glamorgan Hospital en Llantrisant donde vieron que la niña tenía un tumor cerebral, posiblemente desde su nacimiento, según explica Wales Online.
La niña empezó a quejarse de dolores de cabeza fuertes durante el verano, por lo que su familia la llevó a una revisión por si se trataba de una necesidad de gafas. Sin embargo, esta revisión lo que reveló es una presión en la parte de detrás de su ojo izquierdo, algo a lo que los médicos no dieron importancia y le dieron a la familia que volviera a repetir la revisión en unos tres meses.
Durante esos meses, los dolores de cabeza no se acababan y lejos de encontrarse mejor, la niña comenzó a experimentar más síntomas como náuseas durante la noche o sentirse algo más torpe. Fue entonces cuando fueron al médico de cabecera para explicar la situación de la niña que pensó que sus síntomas serían consecuencia de una intolerancia alimentaria por lo que estudiaron lo que comía cada día. Además, regresaron a la óptica para estudiar de nuevo los ojos.
En la nueva exploración de la óptica se reveló una presión creciente detrás de los ojos por lo que la mandaron al Royal Glamorgan Hospital en Llantrisant y un día después dieron con el diagnóstico definitivo: la niña tenía un tumor cerebral de crecimiento lento, posiblemente desde que nació.