DE CARA A LAS PRESIDENCIALES DE 2016
La mayoría de los estadounidenses tiene una opinión favorable sobre la exsecretaria de Estado Hillary Clinton y cree que ganará la elección presidencial de 2016. Un 57% opina así, según una encuesta de Reuters/Ipsos. Aunque Clinton aún no ha anunciado su candidatura a la Casa Blanca, es considerada como la principal favorita en caso de que lo haga. De hecho, casi un cuarto de los republicanos dijeron que tenían una opinión favorable de Clinton, que es demócrata.
Más de la mitad de los encuestados dijo que Clinton ganaría la elección general, y más de la mitad de demócratas e independientes sondeados aseguraron que votarían por ella en las elecciones primarias del partido, en comparación con solo el 10 por ciento que se mostró a favor del vicepresidente, Joe Biden.
Entre quienes dijeron que tenían una opinión negativa de Clinton, 'Benghazi' fue el término que más veces se repitió cuando se les pidió que explicaran su postura. Los antecedentes de Clinton en política extranjera han sido criticados en las últimas semanas con la formación de un comité de la Cámara de Representantes para investigar los ataques del 2012 en Benghazi (Libia), que tuvieron como consecuencia la muerte del embajador estadounidense y otros tres compatriotas.
Sin embargo, el término que más se repitió entre los estadounidenses para describir a Clinton fue "fuerte". El portavoz de Ipsos Chris Jackson ha explicado que, aunque sus números en las encuestas son altos, las calificaciones de los políticos tienden a caer cuando anuncian su candidatura.
Clinton ha asegurado que no decidirá sobre su candidatura presidencial antes de las elecciones legislativas de noviembre.
Ella es considerada por un 56 por ciento de los estadounidenses como una líder efectiva, mientras que un 62 por ciento opinó que Clinton sabe cómo conectar con los votantes. Después de más de 20 años frente a la opinión pública, Clinton también disfruta de niveles muy altos de popularidad: un 96 por ciento de los encuestados dijo conocerla. "Las únicas personas que tienen números como esos son el presidente, tal vez el vicepresidente y las estrellas de cine", ha explicado Jackson.
Ipsos encuestó a 1.518 adultos estadounidenses a través de Internet entre el 11 y el 15 de mayo, fechas en las que la salud de Clinton ha sido utilizada como arma arrojadiza por los republicanos. Se suma a su edad, su labor como secretaria de Estado, su condición de ex primera dama y su progresismo en temas sociales.
Los republicanos más beligerantes se agarran a todos los aspectos de la vida de Hillary Clinton para minar su imagen antes de las primarias. "Sólo es el principio", pronosticó este miércoles su marido y expresidente de EE.UU., Bill Clinton, después de que unos comentarios de un conocido estratega republicano hayan situado en cuestión de horas la salud de la potencial aspirante presidencial en el centro del debate político.
Karl Rove, arquitecto de las victorias del expresidente George W. Bush, habría llegado a afirmar según el New York Post que Hillary Clinton tiene "daños cerebrales" derivados del golpe en la cabeza y el coágulo que sufrió a finales de 2012. Ante el revuelo que despertó esta información, el republicano se apresuró en desmentir que esas fueran sus palabras, aunque sí dejó caer que aquel incidente es un episodio serio por el que Clinton tendrá que dar explicaciones si decide competir en las elecciones de 2016.
Para los analistas, Rove no da puntada sin hilo y el supuesto malentendido habría sido toda una estratagema para lanzar una nueva arma arrojadiza a la que hasta ahora es la figura política mejor situada en los sondeos de cara a las próximas elecciones presidenciales. La transparencia de Clinton sobre su salud ya se puso en tela de juicio a finales del 2012 y principios del año pasado, cuando se cuestionó la secuencia de la afección estomacal, el desmayo, la caída, el golpe en la cabeza y el ingreso de tres días para tratarle un coágulo.
"Ahora dicen que está tratando de conseguir un papel en The Walking Dead"
"Ella está al cien por cien, y punto", dejó claro el martes el portavoz de la ex primera dama Nick Merrill, para esgrimir que Rove y sus correligionarios están "asustados de lo que ella ha conseguido y de lo que tiene que ofrecer". En su defensa salió también inmediatamente su marido Bill Clinton, que tiró de ironía: "Si tiene daños cerebrales, entonces yo debo estar realmente en baja forma, porque ella sigue siendo más rápida que yo", dijo.
"Primero dijeron que ella estaba fingiendo su conmoción, y ahora dicen que está tratando de conseguir un papel en The Walking Dead -popular serie televisiva de zombies-", añadió el expresidente. Íntimamente unida al debate sobre su salud está la cuestión de su edad. De hacerse con la Casa Blanca en 2016, Hillary Clinton sería a los 69 años la segunda persona de mayor edad en tomar las riendas del país, sólo unos meses más joven que el republicano Ronald Reagan cuando fue elegido en 1980.
Hábil oradora, Clinton trató recientemente en un acto con mujeres de dar una vuelta de tuerca al asunto de la edad: "Cuando envejecen, los hombres están cansados de la carrera, todo lo que quieren es respirar profundo, retirarse, jugar al golf, simplemente disfrutar de la vida", dijo. "Sin embargo las mujeres están ansiosas por empezar porque sienten que ya han cumplido sus responsabilidades; sus hijos ya están por su cuenta y ahora es el momento de mostrar lo que ellas pueden hacer", añadió.
Las filas más beligerantes del partido republicano incrementan la presión sobre la potencial candidata demócrata a medida que avanza este año, en el que Clinton ha prometido deshojar la margarita y anunciar si da el paso para competir de nuevo por la candidatura a la Presidencia. Junto a su estado de salud y a su edad, su labor al frente de la diplomacia del país en el primer mandato de Barack Obama es otro de los temas más socorridos para los republicanos que quieren minar las posibilidades de Clinton, hasta ahora el nombre que suena con más fuerza de cara a 2016.