EN UNA ENTREVISTA EN LA CADENA NORTEAMERICANA ABC
La exsecretaria de Estado y exprimera dama estadounidense Hillary Clinton dijo en una entrevista que su familia estaba "completamente en bancarrota" y con numerosas deudas cuando el presidente Bill Clinton y su familia dejaron la Casa Blanca hace ahora más de doce años. "Dejamos la Casa Blanca no sólo en bancarrota, sino con muchas deudas. No teníamos dinero cuando llegamos allí y nos costó reunir los recursos para las hipotecas, las casas, la educación de Chelsea -su única hija-. No fue fácil", confesó Clinton en una entrevista con la cadena ABC emitida en la víspera del lanzamiento de sus nuevo libro, "Hard Choices" (Decisiones difíciles).
Clinton justificó así que tanto ella como su marido, el demócrata Bill Clinton (1993-2001), hayan pronunciado numerosos discursos bajo pago desde que dejaron la mansión presidencial, unas alocuciones que han alcanzado los 551.000 euros cada una en el caso del expresidente y 147.000 en el suyo.
Preguntada en la entrevista si considera que los estadounidenses podrán entender que cobre "cinco veces el salario medio nacional por un discurso", Hillary Clinton rebatió: "creo que pronunciar discursos por dinero es mucho mejor que conectar con un grupo o empresa como han hecho tantos de los que han dejado la vida pública". Cuando dejaron la Casa Blanca, los Clinton tenían una deuda total de entre 1,67 y 7,8 millones de euros, según datos de la cadena CNN.
"Nunca tuve dinero hasta que salí de la Casa Blanca, pero me ha ido razonablemente bien desde entonces", comentó Bill Clinton en un foro en Sudáfrica en 2010. "Bill ha trabajado realmente duro, ha trabajado muy duro", subrayó su esposa en la entrevista con ABC.
Desde que dejó el Departamento de Estado en 2013, que dirigió desde 2009, Hillary Clinton habría amasado hasta 3,6 millones de euros por ofrecer discursos, según datos de la publicación Mother Jones.
No obstante, también es frecuente que tanto ella como su marido pronuncien alocuciones sin recibir remuneración. Hillary Clinton comienza esta semana una gira por todo Estados Unidos para presentar su último libro de memorias, en el que repasa sus años al frente de la diplomacia estadounidense.
Esta gira se produce en un contexto en el que está situada como la potencial candidata demócrata con más posibilidades para aspirar a la carrera presidencial en 2016.