EL ALUD SE SALDA CON 21 MUERTOS Y 90 DESAPARECIDOS
Ignorando las órdenes de la policía estatal de Washington, Wesson Climed, se adentró entre los escombros en busca de supervivientes tras un corrimiento de tierras ocurrido en una zona rural del noroeste de Washington y en la que el lodo se ha llevado por delante seis residencias en la comunidad de Oso, donde viven cerca de 200 personas, al noroeste de Seattle.
"Tienes que ayudar, no puedes estar allí y limitarte a ver", ha explicado Climed. El hombre, que ya se ha convertido en todo un héroe, no se lo pensó dos veces y fue en busca de supervivientes tras el alud. "Pude ver la cara de un bebé entre todos los escombros, tenía la cara magullada", recuerda Climed, que se apresuró a coger al bebé de seis meses y tras envolverlo en su chaqueta lo llevó hasta un lugar seguro ante la atónita mirada de los equipos de rescate y de la madre del pequeño.
Amanda, la madre del bebé rescatado, también es una de la superviviente de la tragedia. Magullada y con las piernas rotas, veía impotente como su pequeño se encontraba desaparecido entre los escombros aunque no podía hacer nada para rescatarlo.
La familia de la madre y el bebé ha emitido un comunicado a través del hospital: "Estamos muy agradecidos a todos los que pusieron en peligro su seguridad para salvar de Duke y Amanda de los escombros". Ahora el pequeño Duke permanece en estado grave, aunque su estado mejora cada día en el Hospital de Seattle, al igual que su madre.