Elecciones presidenciales de Francia de 2022
Los peores pronósticos se han cumplido en el Partido Socialista de Francia. Anne Hidalgo ha quedado antepenúltima en las elecciones de este domingo, con tan solo un 1,75 % de los votos, y dejando abierta la puerta a que los socialistas anuncien pronto su disolución.
Hubo un tiempo en el que el socialismo arrasaba en el sur de Europa, y Francia era uno de esos países donde triunfaba. François Mitterrand, el presidente que más tiempo ha ocupado la presidencia de Francia en la V República, ejerció el cargo entre 1981 y 1995, un total de catorce años, casi al mismo tiempo que Felipe González en España, y que también es el presidente más longevo de nuestro país, exactamente con catorce años en la Moncloa, como Mitterrand en el Elíseo.
Tras la marcha de Mitterrand, Lionel Jospin trató de sucederle, pero fue en vano. De hecho, en 2002, quedó tercero ante el sorpresivo pase de Jean-Marie Le Pen a segunda vuelta. En 2007, Ségolene Royal fue la candidata al Elíseo, pero Sarkozy logró derrotarla por más de 2,2 millones de votos. Cinco años más tarde, llegó otro François, Hollande, por aquel entonces pareja de la anterior candidata, que devolvió la victoria a los socialistas para el Elíseo tras impedir la reelección de Sarkozy.
Fue la última vez que los socialistas franceses lograron un triunfo hegemónico, al lograr también mayoría absoluta en las elecciones legislativas. Sin embargo, la imagen de Hollande se fue derrumbando poco a poco. Llegado el año 2016, anunció que no se presentaría de nuevo, un hecho histórico que ningún mandatario había llevado a cabo en la Quinta República. Y, a partir de entonces, los socialistas empezaron a temerse lo peor, con un pronóstico que ha terminado por confirmarse este pasado domingo.
Un histórico que se va a pique
Llegado el año 2017, los socialistas apostaron por Benoît Hamon como candidato al Elíseo. El resultado fue catastrófico, puesto que solo obtuvieron un 6,36 % de votos, y menos de diez millones de votantes que cinco años atrás. Las legislativas también confirmaron un batacazo descomunal, pasando de una mayoría absoluta de 279 escaños a tan solo 30 parlamentarios en la Asamblea Nacional.
La enorme pérdida de apoyo implicó que los socialistas tuvieran que vender su sede, un icono de la política en Francia, para poder costear sus gastos. Y, en las elecciones de este domingo, el caos todavía ha sido peor. La alcaldesa de París, y candidata socialista a la presidencia, Anne Hidalgo, ha quedado décima, en antepenúltima posición, y con tan solo un 1,75 % de votos, después de que el partido apostara por ella como su última esperanza para salvarse de la hecatombe.
Nadie oculta en las filas socialistas que el futuro de su formación es incierto, y muchos ya optan por refundar el partido, disolverlo, o hacer un nuevo movimiento político. De hecho, antes de que empezara este pasado domingo el escrutinio de las elecciones, Anne Hidalgo ya pedía el voto para Emmanuel Macron en la segunda vuelta, asumiendo que los datos eran mucho peores de los que podían imaginar.
La historia de los socialistas franceses, cuyo movimiento fue fundado en el año 1969, puede estar comenzando a escribir los últimos capítulos de su historia. Quizás sea cuestión de días o semanas que alguien tome una decisión firme. La última oportunidad, a la desesperada, sería presentarse a las elecciones legislativas del 12 de junio. Todo deberá decidirse en las filas socialistas, más debilitadas que nunca, y a sabiendas de que ya nada volverá a ser como antes para ellos.