Guerra Ucrania
Según denuncian las autoridades ucranianas, Rusia podría estar preparando una gran ofensiva para principios del próximo año.
La guerra en Ucrania no cesa. Nueve meses después del inicio de la invasión rusa, continúan los bombardeos y el cruce de acusaciones entre Kiev y Moscú.
En estas últimas semanas, son varios los territorios ucranianos que han resultado afectados tras el ataque a infraestructuras eléctricas de diferentes partes del país.
Ahora, cuando se cumplen más de 200 días del conflicto, Putin se ha reunido de manera extraordinaria con los comandantes encargados de combatir en Ucrania. En el encuentro, celebrado esta semana, todas las partes han analizado la situación actual de la contienda y han planificado, además, la estrategia a seguir durante los próximos meses. La guerra podría prolongarse más de lo esperado en un principio, lo que podría complicar las labores del ejército ruso.
En este sentido, hoy hemos conocido que los ciudadanos rusos recientemente movilizados deberán estar dentro del ejército durante, al menos, dos años: esto podría confirmar los planes del mandatario ruso de continuar con la guerra si no consigue su objetivo en los próximos meses de este 2023.
Ya hace una semana, Vladimir Putin reconocía las dificultades en el territorio ucraniano y admitía que la campaña podría prolongarse en el tiempo. No obstante, el presidente ruso ponía sobre la mesa la anexión de las cuatro regiones ucranianas que provocaron la reacción de toda la comunidad internacional.
Gran ofensiva para 2023
Los próximos meses podrían ser aún más duros: el Kremlin, según avanzaban estos días varios cargos ucranianos, podría preparar una gran ofensiva para principios del próximo año en la que, al parecer, intentaría tomar la capital ucraniana: Kiev.
El propio secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respaldaba esta opinión de las autoridades ucranianas y aseguraba que "Rusia se está preparando para una larga guerra" con "nuevas ofensivas".
Por otro lado, el alto diplomático ruso, Mijail Ulianov, ha dado por rota las negociaciones con Ucrania para establecer una zona de protección alrededor de la central de Zaporiyia. "Son imposibles", asegura, por el estado de las relaciones entre ambos países.