Guerra Ucrania
Putin asegura que está dispuesto a negociar con Ucrania, pero culpa a los ucranianos de no hacerlo.
La guerra no se detiene, ni siquiera en Navidad. El conflicto entre Rusia y Ucrania cumple hoy 306 días. Después de 10 meses de invasión siguen los bombardeos. Este fin de semana Jersón ha sido una de las ciudades bombardeadas, un ataque ruso que dejó al menos 16 muertos y más de 60 heridos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha asegurado que está dispuesto a negociar, pero que es algo que "está en sus manos. No somos nosotros los que rechazamos las conversaciones, son ellos". Mientras tanto, Volodímir Zelenski ha advertido a los ucranianos de posibles bombardeos durante los últimos días del año. Pide a sus ciudadanos que estén atentos a las alarmas aéreas y que se refugien. "Debemos ser conscientes de que nuestro enemigo intentará que este tiempo sea oscuro y difícil para nosotros", ha afirmado en su discurso diario, y ha añadido que deben estar preparados para cualquier escenario.
Bajmut ha sido otro de los objetivos de los rusos este fin de semana. Conocida por sus viñas y minas de sal, esta ciudad al este del país continúa registrando los ataques más duros y sangrientos de la guerra. Sigue siendo el epicentro de todos los combates. El último informe del ejército ucraniano estima que 660 soldados rusos han muerto en estos últimos combates, lo que eleva el total de bajas a más de 100.000. Tras nueve meses de combates, Ucrania mantiene el control de la ciudad y sus alrededores.
Pese a las intenciones de negociación del Kremlin, la guerra sigue causando estragos y dejando ciudades desiertas y llenas de escombros.