TÚNEZ OCUPA UNA POSICIÓN ESTRATÉGICA CRUCIAL
El efecto del atentado de Túnez ha sido inmediato. Las dos compañías de cruceros afectadas por el ataque de ayer han suspendido ya sus escalas en Túnez para futuros viajes. Los terroristas han atacado al único país de “las primaveras árabe” que ha conseguido cerrar una transición democrática exitosa, aunque con muchas dificultades. Túnez trata de contener el auge de grupos yihadistas, especialmente en sus conflictivas fronteras con Libia al este, y con Argelia al oeste.
Los grupos yihadistas se hacen fuertes en Túnez, un país que hasta ahora permanecía al margen las grandes convulsiones. Su situación estratégica es crucial y sus fronteras un coladero. Los autores del ataque habrían salido de una provincia en el centro oeste del país. Un área rodeada de zonas montañosas de difícil acceso, idóneas para esconderse. El contrabando de gasolina, tabaco y alcohol les sirve para financiarse.
La rama local de Al Qaeda en el Magreb Islámico y otros grupos terroristas son el mejor aliado que ha encontrado el Estado Islámico para expandirse por África. . La caída de BenAlí abrió la puerta a una democracia después de una gran lucha política interna para adaptar su Constitución a los derechos humanos. Desde las elecciones democráticas del pasado diciembre hay un gobierno laico que ha mostrado mano dura con los salafistas más radicales. Pero el descontento social pervive y el extremismo religioso también.
Túnez es el país desde el que parten más jóvenes para adiestrarse con los yihadistas. Se calcula que 3.000 han viajado para luchar en Siria junto al Estado Islámico. Un millar han regresado. El de ayer fue un atentado al turismo, principal motor económico del país, del que vive un 10 por ciento de la población.