han hecho un llamado para llenar el edificio
La embajada venezolana en Washington, en el acomodado barrio de Georgetown, tiene un aspecto más parecido al de una casa okupa que al de un edificio diplomático, con enormes pancartas hechas a mano que cuelgan del tejado y que rezan "no a la guerra por petróleo", "stop al golpe", "paz" o "no a las sanciones letales". También hay una pancarta de Hugo Chávez.
El Gobierno de Donald Trump había puesto un plazo para que los diplomáticos de Maduro se fueran, pero antes de hacerlo ofrecieron las llaves del edificio a un grupo de chavistas locales. El denominado "colectivo de protección de la embajada", que desde hace semanas duerme en la delegación, ha hecho un llamado para llenar el edificio y defenderlo así de una posible toma o desalojo.
A los allí reunidos los recibió el viceministro de Venezuela para América del Norte, Carlos Ron, que grabó un vídeo para la ocasión en el que lamentó no poder acompañarlos en Washington pero les animó a permanecer durante muchos días en la embajada. Sí estuvo una de las abogadas del "colectivo de protección", Mara Verheyden-Hilliard, que trató de tranquilizar a los asistentes citando el derecho internacional ante los rumores que circulan de que las autoridades estadounidenses desalojaran el edificio y arrestaran a los que se resistan. "Todo el mundo que está aquí, está aquí legalmente invitado por las personas legalmente a cargo de este edificio, propiedad del Gobierno de Venezuela", dijo Verheyden-Hilliard, que también amenazó con interponer demandas contra cualquier agente que "ordene o ejecute desalojos o arrestos ilegales".
En la embajada, los activistas pro-Maduro compartían obsequios que los diplomáticos habían dejado antes de irse, como discos de música venezolana, libros, carteles de Chávez, pines conmemorativos del bicentenario de la independencia o figuras del libertador Simón Bolívar.
A mediados de marzo, el enviado de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, reconocido por el Gobierno de Donald Trump como legítimo embajador de Venezuela en EE.UU., hizo públicas sus intenciones de hacerse con el control de la embajada en las "próximas semanas". Lo hizo después de ocupar con el visto bueno de Estados Unidos tres edificios diplomáticos venezolanos: dos agregadurías militares en Washington y el consulado en Nueva York.