NO ES LA PRIMERA VEZ QUE LE OCURRE
Danielle Backstrom, una mujer de Colorado, se disponía a ir a hacer la compra cuando entró en su garaje para coger el coche y se encontró de frente con un enorme oso pardo.
La mujer, casi sin tiempo para reaccionar, se refugió dentro de su vehículo y se aseguró de que las puertas y ventanas estaban bien cerradas. Para asustar al animal, que daba vueltas alrededor del garaje, comenzó a tocar la bocina, pero el oso apenas se inmutó.
Tras varios minutos dando vueltas alrededor del vehículo, se fue.
Esta no es la primera vez que el animal se cuela dentro de una vivienda, y ante el peligro que ello supone las autoridades están plateándose el sacrificarlo.