UN VIAJE DE DOS SEMANAS
Greta Thunberg, la joven activista que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el cambio climático, se prepara para cruzar el océano Atlántico sin usar un avión.
A bordo de un yate de competición de cero emisiones propiedad del príncipe de Mónaco Pierre Casiraghi, la joven Thunberg llegará a Nueva York para asistir a la Cumbre Mundial de la ONU.
Será una travesía de más de 5.000 kilómetros, que va desde Reino Unido hasta Estados Unidos y que le llevará dos semanas.
Lo hará a bordo del velero 'Malizia II', de 18 metros y prestado por Pierre Casiraghi. Está equipado con paneles solares y turbinas submarinas que generan electricidad y alimentan los instrumentos de navegación, el piloto automático, las desaladoras y un laboratorio para medir el nivel de CO2 del agua.
El único aparato que utiliza combustible fósil es una pequeña estufa de gas que usarán para calentar el agua necesaria para la dieta vegana liofilizada.
La embarcación alcanza unos 70 kilómetros por hora, pero el capitán planea navegar más lento porque "el objetivo es llegar a salvo a Nueva York".
"Muchas personas no entienden y no aceptan la ciencia", aseguraba la joven antes de su partida. "Simplemente tendré que hacer lo que he hecho siempre: ignorarlos y decir solo lo que dice la ciencia", añadía. Su objetivo es "crear un movimiento de opinión mundial con el fin de que la gente presione a los líderes".