TEMOR A UNAS TERCERAS ELECCIONES
Grecia vive uno de los momentos más delicados de su historia reciente. Con unos ciudadanos cansados de una clase política que han creado el caos en la economía, y con unas recientes elecciones con siete partidos con representación parlamentaria que fueron incapaces de ponerse de acuerdo para formar Gobierno, todo el mundo está pendiente de qué sucede en el país heleno.
La situación es de total y absoluto descontrol, con un bloqueo debido a la ausencia de poder al no haber más que un gobierno en funciones tras las elecciones de mayo y con la población manifestándose en las calles día sí y día también al ver crecer el paro y al comprender que los rescates de Europa conllevarán duras consecuencias para el dinero de sus bolsillos.
Con todo, el país griego es el centro de todas las miradas europeas. Porque ahora hay dos opciones posibles, y es que o se aceptan las medidas de austeridad propuestas por la Unión Europea o lo que se acepta es renunciar o renegociar el rescate económico, algo que Merkel ha dicho ya que no va a suceder.
Pero lo peor puede ser que lo que pase es que no pase nada. Que no haya acuerdos, que ninguno de los dos partidos favoritos como son Nueva Democracia o Syriza sean incapaces de formar un Gobierno por segunda vez en dos elecciones, lo que se traduciría en más bloqueo en las decisiones y la necesidad de unas terceras elecciones en un futuro.
Los ciudadanos griegos dan el por qué no hubo Gobierno en las primeras elecciones: "La irresponsabilidad de los políticos y el odio que todos se tenían hizo imposible que llegaran a acuerdos". Y además apuntan al por qué de la existencia de siete partidos con representación parlamentaria: "El ciudadano ha optado por votar a formaciones extremistas por crispación".